No es que las historias cotidianas sean las más difíciles de vivir: se dice que son las más difíciles de contar... por eso estamos aquí. Compartamos esas historias. (armando.zamora@gmail.com)
martes, 26 de abril de 2011
Hay monas a las que no les queda la seda...
Ni modo: hay monas que ni vistiéndose de seda dan el gatazo.