La
historia, como casi todas las historias de Occidente, comienza con la Biblia,
pocos días después del nacimiento de Cristo.
En el
Evangelio de San Mateo se cuenta cómo Herodes, entonces rey de Judea, se enteró
de que el tan esperado Mesías había nacido.
Ante el
terror que le producía imaginarse fuera del trono por semejante acontecimiento,
se propuso localizar y asesinar al recién nacido. Al averiguar que los Reyes
Magos se dirigían a Belén para visitar al Mesías, les pidió que al regresar le
revelaran su ubicación.
Pero
justo antes de hacerle caso, los Magos recibieron un mensaje divino que les
advirtió las verdaderas intenciones de Herodes, y nunca regresaron para
informarlo. Cuando se enteró del engaño, el rey tomó una decisión drástica:
matar a todos los niños menores de dos años.
“Herodes
entonces, cuando se vio burlado por los magos, se enojó mucho, y mandó matar a
todos los niños menores de dos años que había en Belén y en todos sus
alrededores”, dice el Mateo 2:16.
¿Cristo?
Se salvó gracias a un ángel que se presentó ante José la noche anterior a la
masacre.
La
historia
Son más
las dudas que las certezas, como con casi todos los acontecimientos relatados
por la Biblia. Por ejemplo, si la matanza ocurrió luego de la visita de los
Reyes Magos, ¿no debería haberse producido después del 6 de enero?
Además,
las evidencias históricas de todos esos hechos son casi nulas, tanto entre los
historiadores contemporáneos como entre los antiguos. Y no parece fácil ocultar
el asesinato de todos los bebés de un pueblo.
Lo
cierto es que en la Edad Media la Iglesia estableció el 28 de diciembre “el día
de los santos inocentes”, en conmemoración de los niños masacrados y de la
salvación de Cristo.
¿Pero
por qué un día que debería recordarse con solemnidad se convirtió en una
jornada de jolgorio y bromas pesadas?
Hay
varias hipótesis. Una es que Herodes vivió durante muchos años pensando que
había matado a Cristo. Por eso la celebración consistiría en divertirse
engañando a otras personas.
Una
interpretación más sociológica, aunque no incompatible con la interior, indica
que en la Edad Media los ritos religiosos debían convivir con los paganos. Uno
de ellos era conocido como la "fiesta de los locos", que se celebraba
entre Navidad y Año Nuevo.
Un poco
para monopolizar la organización y el sentido dado a todos los festejos, y otro
poco para controlar una celebración que al parecer solía desmadrarse, la
Iglesia habría decidido evangelizar “la fiesta de los locos”, reinterpretándola
como “el día de los santos inocentes”.
En
otros países, como los anglosajones, Francia o Italia, el 1º de abril se
realiza un festejo muy similar: el April Fool’s Day o “día de los tontos”. Si
bien no está directamente vinculado a la masacre de los niños, sí tiene a la
fiesta de los locos como un antecedente.
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