Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana, quien vivió como Sor Juana Inés de la Cruz, y gracias a sus brillantez literaria fue conocida como El Fénix de América y La décima Musa (no La Pésima Musa, que esa era Margarita López Portillo, parte del orgulloso nepotismo de JoLoPo), nació en San Miguel Nepantla, México, el 12 de noviembre de 1651 y falleció el 17 de abril de 1695.
Considerando que la guerra de Independencia inició oficialmente el 15 de septiembre de 1810, y que para esa fecha Sor Juana tenía algo así como 115 años de muerta, sería por lo menos una necedad pensar que participó en las luchas entre insurgentes y realistas.
Por su parte, Octavio Paz Lozano, conocido en el bajo mundo de la literatura mexicana como Octavio Paz, nació el 31 de marzo de 1914 en la ciudad de México; es decir, en el Detritus Federal.
Si hacemos caso a algunos historiadores y estudiosos (que ni es lo mismo ni es igual) que sostienen que en 1920, con la llegada al poder del “Grupo Sonora” —con Álvaro Obregón como su líder indiscutible y presidente de México—, termina la Revolución, pues oficialmente concluye aquí la etapa armada y lo que seguiría sería la mera consolidación en los hechos de las ideas revolucionarias, resulta hasta ridículo pensar que a los seis años Octavio Paz andaba en la lucha armada... ya ni Narciso Mendoza, el Niño Artillero, que cuando ocurrió el sitio de Cuautla, en 1812, tenía 12 años cumpliditos: fue esa vez cuando, ante el embate de las fuerzas realistas comandadas por Félix María Calleja estaban por tomar el barrio de San Diego, fueron sorprendidos por el Narciso, quien cargó un cañón y lo disparó. Esto motivó la huida de los españoles, y la entrada de lleno y en pleno del Niño Artillero a la historia nacional.
No, no me pregunten si sus huesos también fueron zangoloteados para paseárselos por enfrente al Felipe Calderón. Como dice el final de la canción "La gallina ponedora" (interpretada por Pedro Infante y El Chicote): “Eso sí que no lo sé...”
Y, bueno, esto viene a colación porque uno de nuestros más místicos y célebres cantantes poperos en México, Cristian Castro, sorprendió al hablar sobre los personajes históricos que admira del Bicentenario.
Dice una nota de la prensa vendida que a su llegada a un evento público, Cristian fue abordado por los medios de comunicación, pero no quiso ser cuestionado sobre la situación con Valeria Liberman, su ex esposa, por lo que los reporteros, con motivo de los festejos patrios por el Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución, le preguntaron quiénes son sus héroes de ambos acontecimientos, a lo que respondió:
“Octavio Paz, y esta chica De la Cruz... Sor Juana Inés de la Cruz, esta chica es la que más admiro...”
No sé tú, pero yo —como nuestra Miss Universo región 4— no puedo ni pensar...
Te lo juro, amigo lector, que hasta creo que el tal Cristian es asesor de Lujambio, preparado por Elba Ester y el Cardenal Sandoval Íñiguez para darle en la madre a lo que nos queda de dignidad nacional...
Y de seguro que habrá algunos reporteros de espectáculos que ni se dieron cuenta de lo que les dijo el cantante...
En fin: cosas veredes, Sancho amigo, cosas veredes...
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