Trova y algo más...

jueves, 1 de julio de 2010

Hay muchos adultos en Facebook...

Sí, si tengo cuenta en Facebook, pero la visito cada vez menos, por no decir que ya no la visito.

Cuando la abrí, lo hice con muchas reservas porque a mí eso de las redes sociales como que me da cosa, ñáñaras o cierto resquemor, lo que pase primero.

Seguí el consejo de un amigo, y en el pecado llevé la penitencia: me arrepentí, pues...

Y es que si en persona soy un antisocial de marca, un amargado solitario, no tendría por qué ser un ser social maravilloso en la red. No, señor.

Así que, por naturaleza propia y por vocación martirizante, terminé haciéndome a un lado de Facebook.

Es increíble, pero debo reconocer que a los tres meses ya me tenía harto, con hache, sin hache y con y sin acento, dependiendo del trance existencial.

Ya sé que no me van a creer, pero es verdad que no me interesa saber el estado emocional de la gente (mucha de ella ni siquiera la conozco, sino que tuve o tuvieron —que pa'l caso es lo mismo— acceso porque es amigo de uno de mi calle que me ha dicho que tiene un amigo que dice conocer a un tipo que un día entró al Facebook... y que soy yo ese ser ocasional: ¡válgame, dios!), tampoco me interesa saber qué desayunaron ni a cuál función de qué película en qué cine tienen pensado verse.

No me interesa en lo más mínimo saber qué ropa usan cuando van a correr a la trotapista de la Universidad, o qué ruidito nuevo le encontraron al carro hoy por la mañana.

No me gusta ver fotos de nadie, mucho menos los retratos donde yo aparezco, porque si por fuera me veo más ruinoso que el país al que Calderón nos tiene atados sin heroísmos ni actos de martirio (como si fuera poca cosa escucharlo y no vomitar en el intento), por dentro soy un verdadero asco.

Así que se podría decir que en Facebook técnicamente no existo.

Y mucho menos ahora que por ahí leí lo siguiente:

Aunque Facebook sigue siendo todo un éxito en cuanto a redes sociales se refiere, cada vez más gente pierde interés en ésta, debido principalmente a sus problemas con la privacidad.

Pero según el portal de juegos Roiworld existen otros factores que alejan principalmente a los jóvenes del sitio creado por Mark Zuckerberg en 2004.

Tras encuestar a 600 adolescentes de entre 13 y 17 años, se encontró que éstos pasan en promedio dos horas al día en internet, y 80% de este tiempo es empleado para navegar en redes sociales, según publica el portal especializado Mashable.

Sin embargo, algunos jóvenes han comenzado a mostrar signos de "Facebook fatiga".

Al menos uno de cada cinco que alguna vez tuvo una cuenta ya no la visita o la usa mucho menos que cuando la creó.

De este grupo que le está diciendo "adiós" a Facebook, 45% afirma que se retira porque perdió interés, 16% porque sus padres usan la red social, 14% dicen que hay muchos adultos o ancianos en el sitio, y a 13% le preocupa la privacidad de su información personal.

Pese a esto, Facebook sigue siendo la red social predilecta de los adolescentes: 78% ha creado un perfil y 69% lo sigue usando. El segundo portal de mayor uso es YouTube, con 64% de los jóvenes registrados y que continúan haciendo uso del portal.

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Como mi solidaridad con los jóvenes no tiene límites, yo también huyo del Facebook junto con ellos porque hay muchos adultos y ancianos en el sitio. Sí, lo siento: es verdad aunque nos duela.

Y con mi fuga, pueden restarle un ruco menos a esta red social... aunque todavía quedan muchos adultos y viejos que prefieren los amigos virtuales en lugar de tropezarse con la realidad que ofrecen los individuos que ya empiezan a oler a polilla, pero que de seguro son más interesantes cuando la persona de enfrente tiene cosas interesantes e inteligentes qué platicar y/o compartir...

Y en esto último no estoy hablando de mí, por supuesto...

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