Trova y algo más...

miércoles, 5 de mayo de 2010

Para cuentos, mi abuelita…

Mi abuela, sobre todo mi abuela más que mi amá, era bien cuentera: todo el tiempo nos tenía a todos los chamacos cuando niños ahí alrededor de ella, atontados con tantas historias que nos contaba, la mayoría de ellas inventadas. Y es que mi abuela tenía mucha vida, tanta que según sé murió de más de cien años muy bien vividos, así que vivencias no le faltaban a la hora de hilar las ficciones y las fantasías.

Mi abuela siempre fue muy buena gente, y además nos decía mentiras piadosas a todo el montón de nietos que andábamos siempre revoloteando junto a ella. No puedo decir lo mismo del Felipe Calderón, cuyas mentiras lindan siempre en lo ridículo, cuando no en lo francamente imbécil. Quizá por eso bien dicen que la verdad se corrompe tanto con la simulación como con el silencio. Es innegable que en la época cuando sube la generosa temperatura tienden a suceder diversos y atractivos episodios que hacen de la vida política un carnaval de incontinencia verbal.

Y eso le pasó el Felipe de marras cuando dijo que México enfrentó “no cuatro, sino cinco jinetes del Apocalipsis” y los superó, por lo que ahora salió de la ruta del deterioro e incluso “puede cumplir algunos de los requisitos más severos que se les exige a los países de Europa por pertenecer a la Unión Europea”. No se ría, amigo lector, eso dijo el que dicen que firma como presidente y al que al mismo tiempo mucha gente ha llegado a repudiar con toda honestidad guadalupana que tenemos los mexicanos ilegales en Arizona… válgame, dios.

El caso es que ante empresarios alemanes, el Calderón sostuvo que el país (se refirió a México, no a otro país, que conste) ha sabido no sólo adaptarse a los problemas, sino superarlos, como sucedió el año pasado, cuando se encontró con cinco grandes adversidades que aún juntas no lo derrotaron, como fueron el virus de la influenza, la crisis económica, la violencia de los grupos del crimen organizado en su enfrentamiento interno, la segunda peor sequía en casi 70 años y la mayor caída en la producción de petróleo. No dijo nada de su inoperancia como Ejecutivo, que eso en sí es como el capo de los jinetes apocalípticos. En fin…

Sin embargo, dijo el señor, “México se salió de la ruta de deterioro, que ya estamos observando en economías desarrolladas. Hoy la paradoja es que México sí puede cumplir algunos de los requisitos más severos que se les exige a los países de Europa por pertenecer a la Unión Europea”. (Dicen que cuando mencionó esto, todos se rieron, nomás que en alemán por eso ni siquiera se dio cuenta el muchacho que allá también se estaban burlando de él).

En un almuerzo con empresarios alemanes y luego de que Martin Wansleben, director de la Asociación de Cámaras de Industria y Comercio de Alemania, lo felicitara por la reacción de su gobierno ante la emergencia del virus A/H1N1, el Felipe afirmó: “Yo puedo decirles, amigos, que el año pasado no sólo enfrentamos una crisis en materia de salud como ésta y la superamos, sino que enfrentamos no cuatro, sino cinco jinetes del Apocalipsis”. Sin embargo, subrayó, de los cinco problemas “estamos saliendo y estamos saliendo con determinación”.

México, dijo el michoacano, como mi papá, “está fuerte, está firme, está convirtiéndose en un excelente lugar para inversión y está convertido en una de las economías más competitivas, particularmente en la producción de manufacturas”, mientras su administración trabaja para mejorar la infraestructura, la educación, la competitividad, la salud y tiene un compromiso muy firme con el estado de derecho y con la construcción de “un país seguro, no sólo para las familias mexicanas, sino también para quienes nos distinguen con su visita o con su inversión”.

“¿Incluyendo Ciudad Juárez?”, le preguntaron, y él contestó que las mariposas monarcas son muy bonitas, que vuelan de a madre, que desde Canadá se vienen dejando un reguero de polvillo que a los que padecen alergias les cae muy mal, pero ni modo… y después se empinó un vaso de agua…

El mexicano también abordó el tema de la seguridad en su reunión con integrantes de la Unión Cristiano-Demócrata, que preside la canciller Angela Merkel. Afirmó que las medidas adoptadas han debilitado las estructuras criminales, como lo demuestran las cifras récord de los decomisos vinculados al tráfico de drogas y los golpes asestados a bandas de secuestradores. “¿Y los inocentes muertos’”, le cuestionaron. Y él volvió a sacar la bobería esa de las mariposas monarcas que vuelan de a madre etcétera…

Ante los empresarios germanos, el Calderón dijo que México puede volver a ser el engrane que vincule al mundo global por su posición geográfica, y la red de tratados de libre comercio, por lo que muchas empresas están estableciendo en México su cuartel general. Sobre todo las empresas de narcos, según se ha dicho.

Al detallar cada uno de los “jinetes” que afectaron a México en 2009, el Felipe dijo irónico que “no siempre ocurre que en tu país estalle” un virus nuevo y desconocido. De la crisis económica argumentó que México “estaba muy cerca del epicentro, muy cerca del ojo del huracán” que se ubicó en Estados Unidos y por ello su economía cayó 6.5% en 2009.

“Tuvimos, obviamente, la crisis derivada de la violencia que los grupos del crimen organizado desarrollan unos frente a otros, fundamentalmente y que afecta a algunas zonas del país, pero los hemos enfrentado también con determinación”, dijo para después aludir a la sequía y la caída en la producción petrolera, temas que para la prensa no son muy comerciales, así que mejor hasta ahí dejamos la comedia mexicoalemana.

Yo iba a decir unas cuantas groserías con esta declaración calderoniana, pero Marcela Gómez Zalce me ganó en Milenio.

Dijo ella: Aquí hace un chingo de agua el barco de gran calado, mientras en Alemania Felipe Calderón afirma que México sorteó 5 jinetes del Apocalipsis. ¡¡Ah, chingaaaaaaaaaá!! Cinco jinetes del Apocalipsis que recuerdan con más pena que gloria a aquellos jinetes de la tormenta que se comen la emocionante adversidad a puños y que presumen la fortaleza de la economía mexicana, se vanaglorian que el país se alejó de la ruta del deterioro y que hoy Vive México está listo para recibir un madral de inversión. Que en un solo año Calderón salvó a la humanidad de la influenza, que el pinche “catarrito” nos hizo los mandados, que la “ridícula minoría” ya no es considerada como una crisis de seguridad nacional, que la sequía y la caída del petróleo son problemas de los que se está saliendo a flote… sin flotis, of course.

Y como el optimismo presidencial está francamente desbordado y ¡por supuesto! sobran razones para los achispados ánimos, my friend, pues nada mejor que venderle espejitos mexicanos al mercado alemán para sostener que México está fuerte, firme y es lugar ideal para recibir inversión, y al nabo lo que el 25 de marzo señaló, ni más ni menos, la American Chamber, donde el 27% de sus integrantes reconsideraron invertir en México y/o aumentar su crecimiento por los pequeños problemas engendrados por la “ridícula minoría” con su tiradero nacional… de sangre, cadáveres y daños colaterales.

En Los Pinos ensordecen jugando al Tío Lolo ante el bullicio que advierte la llegada a una frontera de tolerancia. El desorden es cada vez mayor y la molestia en poderosos sectores se está volviendo un peligroso issue para este (des)gobierno que aplica en su espotiza y en discursos atiborrados de wishful thinking su arte en maquillar una desastrosa realidad porque… el único Apocalipsis que México está sorteando desde hace 41 meses, my friend, es el de sus jinetes estratégicamente ubicados en… Los Pinos. Eso dijo la Marcela, pues…

Y para que termine de apretarle el cinturón en el cuello al Felipe, alguien dijo por ahí que este hombre “está en su derecho de dar un mensaje esperanzador, pero a veces es preocupante un cierto optimismo desbordado, porque en el país no existe un crecimiento sostenido sino con arrancones y atorones, vamos a decirlo así, por la dependencia económica que se tiene con los Estados Unidos”, aún con leyes discriminatorias y neonazis, como la Ley Arizona.

Y para cerrar con broche de oro esta columna de imbecilidades (mías y de él también), y como si no hubiera cosas más importantes que tratar sobre el país, la página de internet de la Presidencia desde ahora está tratando de justificar otra salida más del Felipe, esta vez a Sudáfrica, al partido inaugural del Mundial 2010. Según esta página, en una encuesta realizada recientemente, los mexicanos ya aprobaron la presencia de este hombre en aquel país: el 63% de 2,516 votantes (o sea, 1585) dijo que Calderón debería de estar presente en Sudáfrica el 11 de junio... lo que no dijo la página mentada, es que casi 100 millones de mexicanos exigieron que se quede por allá al menos hasta el 2020, que no vuelva ni por sus chivas, que si quiere se las podemos mandar, nomás que diga a dónde. Ya ven cómo se maquilla la información… ¡qué bárbaro!

Por eso yo prefiero mil veces los cuentos de mi abuelita… se los juro…

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