Trova y algo más...

lunes, 15 de noviembre de 2010

Y todo por no ir a miar...

Para mi somnolienta forma de ver, la nota en sí es un monumento a las cortinas de humo: algo así como el meneadero del hueserío de los personajes de las guerra de Independencia de México (es que los historiadores y asesores del gobierno en turno todavía no se ponen de acuerdo en definir cuántas guerras de Independencia y cuántas de Revolución hubo y sigue habiendo en el país, que sin embargo se mueve).

La información llegó de Praga, capital de la República Checa, vía prensa mexicana vendida, que sirve para todo menos para los verdaderamente importante: dejar de ser una oficina de la Presidencia y sus presidentitos, y comunicar eso esencial que nos haga crecer como país y como ciudadanía. En fin…

Dice Milenio.com (que es en estos momentos una estrella más del canal del presidente… sin hielo, por favor) que un equipo internacional de científicos abrió la tumba del astrónomo danés Tycho Brahe (1546-1601), que se encuentra en la Iglesia de Tyne en Praga, con el fin de intentar descifrar el misterio que rodea su muerte.

Brahe trabajó como astrónomo y alquimista en la corte del emperador Rodolfo II de Habsburgo, y sus estudios sobre el movimiento de Marte fueron utilizados por el alemán Johannes Kepler para elaborar sus tres primeras leyes sobre las órbitas de los planetas.

Existen varias teorías sobre su fallecimiento, y la más controvertida dice que el astrónomo fue envenenado con mercurio.

"Eso resulta un poco difícil de probar, ya que también trabajaba como alquimista y habría estado expuesto al mercurio", declaró hoy Pancho Durazo, el boticario oficial de Huásabas y un gran apasionado de la historia del ramo, quien agregó que el susodicho difunto también trabajaba como farmacéutico, “y en aquella época prescribían mercurio para casi todas las enfermedades", sugrayó (como se dice subrayó en el lenguaje huasabeño).

“Por e’o —insistió—, incluso si se detectaran niveles elevados o letales de mercurio, sería difícil precisar si fue envenenado por su trabajo o porque él mismo consumió mercurio para curarse”.

Según Durazo, que está al tanto de esta investigación vía internet y por el canal NatGeo, "seguro que miraremos los distintos huesos en un laboratorio, se hará un inventario de todos ellos, y luego se tomarán algunas muestras para el análisis de mercurio".

Los científicos daneses, checos y suecos, además del Panchodurazo, están pendientes de los resultados de una tomografía axial computerizada (CAT Scan) que le tomarán a lo que queda del Brahe de marras.

Una vez que los huesos hayan sido computarizados, agregó el Pancho, se podrán ver en tres dimensiones: “alto, ancho y largo”, dijo con ese lenguaje críptico que manejan los científicos en Huásabas, y es que “se trata de hacer una documentación de los huesos, porque es crucial saber qué es lo que hay ahí, sobre todo después de que la tumba se abriera por primera vez en 1901”, señaló el boticario más famoso —es que nomás hay uno, pues— de ese pueblo sonorense.

"Y encima —manifestó el Durazo—, no sabemos exactamente si han sido mezclados con los huesos de su mujer, Cristina, y con los de su perro, Häns".

El también asesor de la Claudia Pavlovich ahora que busca la presidencia del PRI-Sonora (el de Bours y unos cuantitos) destacó que lo importante en este nuevo estudio serán los análisis químicos y atómicos, que llevarán varios meses y se realizarán en Dinamarca y la República Checa: “esos análisis ayudarán a detectar si hubo niveles anormales de mercurio en las últimas horas del legendario científico”, sostuvo.

Además de los huesos, los expertos también tienen previsto extraer muestras del pelo, otro tipo de análisis.

Y hasta aquí la pinche (y también pinchi) nota de Milenio.

“Debo ser honesto, —dijo mi primo el Chato Peralta, que, como el de la canción: “Pa´rriba volteo muy poco…—, a mí el nombre de Tycho Brahe me dice casi nada”, por ello le pedí a un amigo que le gusta la astronomía y demás asuntos celestes que nos iluminara con su sapiencia y su paciencia en este tema.

El caso es que, según me instruyó mi adlátere, el astrónomo Tycho Brahe descubrió algunos de los misterios del universo en el siglo XVI: “Sus extraordinariamente precisas observaciones estelares y planetarias ayudaron a sentar las bases de la astronomía moderna”, dijo mi camarada antes de abrir la primer botella de cerveza.

‘Ira —agregó, después de un largo trago a la botella y secarse los labios asquerosamente con el dorso de la mano izquierda, como si fuera de San Pedro de la Cueva—: “Nacido en 1546 en el castillo ancestral de su familia, fue Brahe a Praga en 1601 por invitación del emperador Rodolfo II después de tener un desacuerdo con el rey danés y salir de su observatorio científico en la isla de Hven.

Se ha pensado durante mucho tiempo que Brahe murió de una infección de la vejiga – y una famosa leyenda dice que fue el resultado de su vacilación al no querer romper las reglas de etiqueta de la corte durante una recepción y no ir al inodoro a mi arbolito. La enfermedad renal se sospecha como otro culpable.

Pero las pruebas realizadas en 1996 en Suecia y más tarde en Dinamarca, en muestras de su bigote y el pelo –obtenidos durante un ejercicio anterior de exhumación en 1901– indican niveles inusualmente altos de mercurio, lo que lleva a una teoría de la intoxicación por mercurio, incluso de un posible asesinato.

Sin tener mucho que ver en el tema, vino mi prima Oyuki a preguntarnos —a mi amigo el científico, al Pancho Durazo, al Chato Peralta y a este lento y hastiado animal que soy, que siempre he sido— que si qué sacaríamos con saber si el tal Brahe se murió porque no mió en tiempo y forma, o si se envenenó a sí mismo himself, o si fue asesinado con una sobredosis de mercurio… y como no supimos qué contestarle, tuvimos que ahuecar el ala y dirigirnos al Pluma Blanca a seguir otra charla igualmente retacada de ciencia: ¿ahora sí romperá la maldición de los subcampeonatos y se coronará campeón el Cruz Azul… o le damos una triple dosis de mercurio a cada pambolero de ese equipo?

Como a mí me vale máuser eso, le cedo la palabra a los cruzazulinos… ellos sabrán si contestan o se meten a la urna de zinc del Brahe a rumiar la vergüenza…

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