Trova y algo más...

lunes, 19 de julio de 2010

Es casi una experiencia religiosa...

Apofenia. Se le llama apofenia a la percepción espontánea de conexiones y significados de dos o más fenómenos no relacionados entre sí.

"Por ejemplo —dicen los apofenólogos… ¿se les dirá así?—: de repente uno está pensando en el teléfono y éste, coincidentalmente, suena. La persona podría creer que sonó porque pensaba en él".

(Y uno se pregunta si esto funciona con, por ejemplo, los Sorteos del Millón de la Universidad, o con la Lotería Nacional… o ya de perdida con JLo o Brad Pitt, dependiendo de las perversiones... sería bueno, ¿no?).

Como decía: los expertos dicen que en la ciencia oscura de las estadisticas, la apofenia es llamada "Error del Tipo 1"; o sea, es ver patrones donde no los hay.

Según me dijo mi primo el Chato Peralta, el término Apofenia fue acuñado en 1959 por Klaus Conrad, quien lo definió como «visión sin motivos de conexiones acompañada de experiencias concretas de dar sentido anormalmente a lo que no lo tiene».

Conrad describió originalmente este fenómeno en relación con la distorsión de la realidad presente en la psicosis, pero se ha llegado a ser más ampliamente usado para describir esta tendencia en individuos sanos sin que esto implique necesariamente la presencia de enfermedades neurológicas o mentales.

La apofenia se usa a menudo como explicación de afirmaciones paranormales o religiosas.

Y curiosamente, hace apenas unos cuantos días, la prensa señaló que la cochera de una vivienda ubicada en la ciudad de Tepic, Nayarit, apareció de repente la imagen de la Virgen de Guadalupe. Justo donde el auto de la familia suele chorrear aceite.

Dice la prensa que el obispo de emérito de Tepic —que en cualquier cosa mete su cuchara, como todo obispo emérito que se precie de ser, cuantimás en los asuntos que tienen que ver con el negocio de la Iglesia y sus íconos—, consideró que "esta manifestación es un llamado a la sociedad para la unión, convivencia, hermandad, así como para valorar la vida y predicar con el ejemplo".

El caso es que este hecho ha trascendido por las colonias populares del municipio, ha traído a cientos de personas creyentes, que han colocado veladoras y flores en agradecimiento por esta manifestación de fe.

Aún más: asediados por la ola de violencia que se ha apoderado de las calles de la capital, devotos han oficiado oraciones para pedirle a la Virgen solución al problema social de criminalidad en Nayarit, en claro mensaje a un tal Felipe y su cruzada contra la delincuencia organizada; es decir: contra otros partidos políticos y algunas bandas de criminales.

"Creo que es un mensaje para que todas las familiares estemos en unidad, alzar la voz para pedirle a la Virgen que cuide a la sociedad nayarita ante esta inseguridad que estamos vivienda", señaló María Aída Ramírez Medina, miembro de la familia donde se descubrió la imagen, la que por cierto a simple vista no se aprecia como si fuera la Guadalupana: más bien parece un vil manchón de aceite de auto, y del más corriente, según se alcanza a mirar.

"Es una imagen que se debe analizar, a criterio de cada persona, según sus creencias, su fe", dijo por su parte Alonso Moreno, también miembro de esta familia religiosa en Tepic.

En el lugar, los vecinos y creyentes planean construir una capilla donde la imagen de la Virgen apareció, para poner un micronegocio y cobrar la entrada —según trascendió— y así hacer crecer los números de empleos creados por la presente administración federal.

En fin...

Ah... también se ha sugerido que la apofenia es un vínculo entre la psicosis y la fantasía.

De otra manera no se podría explicar que el Felipe Calderón siga creyendo que en Mexicolandia —pese a las bombas, las granadas y los acribillados nuestros de cada día— no pasa nada, nada de nada, y que las luces multicolores de las explosiones y de las cuerno de chivo y los bazucazos de la Marina son los fuegos artificiales de la celebración del bi-centenario de algo que bien podríamos llamar apofenia, ni más ni menos...

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Por cierto, ayer noté que el Neón dejó una mancha de aceite que se parecía vagamente a Pepe el Toro... pero como no soy muy bueno en asuntos del catolicismo, pues ahí nomás dejé que se borrara la imagen... ¿me perdería de un buen negocio?

Amorcito, corazón, yo tengo tentación de un beso... fiu fiu fiu fiu fiuuuuuu...

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