Dentro de poco, Guanajuato estará en el centro del ojo nacional, ya que según la campañita sobre el falso bicentenario de la Independencia y el mucho más falso centenario de la Revolución, en Dolores Hidalgo, Guanajuato (lugar conocido mundialmente porque ahí nació José Alfredo Jiménez, mil veces llorado por los imparcialeros), iniciaría toda una gran fiesta de luz y color para recuperar (ya saben: de lo perdido, lo que aparezca) lo que se pueda de nuestra identidad futbolera y mediocre, católica a más no poder, molera a mucho orgullo, y pobre pero honrada…
Y precisamente ahí, en esa cultural entidad, la directora del Instituto de la Mujer Guanajuatense (Imug), Luz María Ramírez Villalpando, consideró recientemente que las mujeres que se tatúan o tienen perforaciones (piercings, pues, para los que ya se les olvidó el español) son un ejemplo de la pérdida de valores sociales.
Durante una plática a unos 250 miembros (mejor dicho: militantes, porque ahí también había mujeres, y no es el caso de andar provocando confusiones sexuales) del Partido Acción Nacional, PAN, ("su partido de ella", dirían por allá), la funcionaria mostró la imagen de una mujer con la "piel pintada" y comenzó su discurso.
"Esta joven podrá afirmar que es muy original y que es muy su gusto andar así, pero yo me pregunto si no hay un valor que se llama salud y si algunas de estas cosas la estarán perjudicando", señaló.
Habló del caso de un joven que quería perforarse en la zona genital: "¡Caramba! ¿Para qué quieres lastimarte de esa manera y a quién se lo vas a presumir? Me cuesta trabajo entender".
Luz María Ramírez Villalpando ha aplicado una política conservadora en el interior del Imug desde 2006, cuando el gobernador panista Juan Manuel Oliva llegó a tomar las riendas de la entidad.
En 2008 se pronunció contra al derecho al aborto, aunque éste fuera solicitado después de una violación. Aseguró que en Guanajuato los embarazos derivados de un ataque sexual eran bajos por la defensa propia del cuerpo. (En otras palabras, si el mismo cuerpo de la violada no impide que del ataque sexual nazca una criatura, es que ya lo quiso dios… y contra los designios de dios no hay nada qué hacer. Amén. Podéis ir en paz, la misa ha terminado).
"El pH funge como espermaticida por la agresión que está recibiendo. Se vuelve ácido, tan ácido...", expresó la funcionaria en ese momento. Agregó que las mujeres con "menos suerte" tendrían que procrear una nueva vida, que no tiene ninguna responsabilidad de la violación.
La misma funcionaria del partido de derecha, dijo en 2009 que la directora del Centro de Derechos Victoria Diez, Ángeles López García, era una "terrorista", luego que defendió a una mujer que había sido atacada sexualmente por un policía ministerial.
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Pero, según se entiende, los tatuajes, como la inclinación religiosa, sexual o política, no son para andar presumiéndose, sino porque crees y quieres tener algo que te identifique a ti contigo mismo, y en casos especiales, son un recordatorio de que hay algo en la vida que te motiva y te hace que sigas adelante: eso puedes manifestarlo en un tatuaje o con un piercing…
Debo confesar que yo tampoco entiendo que te pongas un arete en la lengua, en la ceja o en lo que los médicos especialistas en béisbol llaman la zona de strike (¡el área genital, chinga’o!); sin embargo, mientras haya respeto en la interacción entre los tatuados y los no tatuados, los que llevan aretes y los que no, los que se ponen implantes en el cráneo y los que no, y en caso extremo, los que se hacen blanqueo anal y los que no, todo está bien, porque según sabemos, la tolerancia existe… aunque a algunos funcionarios, como la Ramírez Villalpando, les cueste trabajo entender.
Por otro lado, convendría preguntarle a la susodicha Luz María que si vería mal que los tatuados o los que lucen piercings (hombres o mujeres) vayan a misa a escuchar los discursos políticos disfrazados de homilías del obispo de Guanajuato, o acudan a votar por los candidatos del PAN (digo: en el mundo suceden tantas cosas inexplicables, casi divinas, que esto es una posibilidad ni tan remota)… ¿también eso le costaría trabajo entender? No creo…
¿Y entonces qué? ¿Nos rapamos o nos hacemos trenzas…?
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