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viernes, 19 de abril de 2013

Pedro Ramírez Vázquez fue un ser humano inclasificable...



El Programa de Arquitectura de la Universidad de Sonora recuerda con emoción y agradecimiento a Pedro Ramírez Vázquez, quien fuera el padrino de este programa académico, mencionó Luis Manuel Franco Cárdenas, primer coordinador de esa carrera.

"Ramírez Vázquez —quien falleció el pasado 16 de abril— fue un ser humano inclasificable: arquitecto, académico y servidor público, y muy generosamente vino a Hermosillo el 29 de septiembre de 1995 a ofrecer una conferencia y nos confirió así el honor de inaugurar oficialmente lo que hoy, después de más de 17 años, es la Licenciatura en Arquitectura", subrayó.

"Al paso del tiempo —agregó el catedrático del Departamento de Arquitectura y Diseño—, todos aquellos que tuvimos el privilegio de fundar la carrera de Arquitectura en nuestra alma máter, evocamos su apoyo, sentido del futuro y esa visión educativa que le animó a dirigirnos palabras de aliento y augurarnos cosas buenas para la Universidad de Sonora y sus futuros arquitectos".

Franco Cárdenas mencionó que las palabras llenas de aliento y contento de Pedro Ramírez Vázquez porque muchos jóvenes de Sonora tuvieran la oportunidad de cursar aquí sus estudios profesionales en esta disciplina, lo llevó a decir que él defendía que se formaran profesionales de la arquitectura desde la visión de la universidad pública.

Este gran mexicano falleció a los 94 años, dejando una obra rica en expresión, no sólo en el campo de la arquitectura, sino en variadas manifestaciones de la vida, pues aparte de su abundante y expresiva obra arquitectónica, fue catedrático en la UNAM, donde fue investido Doctor Honoris Causa, reconocimiento que le otorgó también la Universidad de Colima, y fue el rector fundador de la Universidad Autónoma Metropolitana.

Por su trabajo como arquitecto y miembro activo de una sociedad cada vez más diversificada, recibió múltiples distinciones, pero su orgullo más grande, señaló Luis Manuel Franco, "fue el haber colaborado como ’técnico de la arquitectura’, según sus propias palabras, en el diseño y construcción de la mundialmente conocida como "Aula Hidalgo".

Ésta, detalló el académico universitario, es hoy el prototipo universal de un aula tipo que sirvió y sirve de espacio educativo para escuelas rurales y urbanas, de todos los grados y niveles, y las cuales podemos observar por decenas en nuestro campus y que es llamada por muchos "aula CAPFCE".

Agregó que a su talento, creatividad y trabajo se deben innumerables obras, no sólo en nuestro país, sino en Europa, África, América del Norte y Centro, aparte del Caribe. Entre las más conocidas están el Museo Nacional de Antropología e Historia (1964), el Estadio Azteca, la nueva Basílica de Santa María de Guadalupe (1976) y el Palacio Legislativo de San Lázaro (1980), todas ellas ubicadas en la Ciudad de México.

Para muchos, Pedro Ramírez Vázquez fue uno de los más grandes representantes de la arquitectura moderna mexicana, y fue considerado por otros como el "padre" de ella.

"En cualquiera de los casos —recalcó Franco Cárdenas—, su obra es de gran trascendencia, y sin renunciar a su tiempo y a sus circunstancias, entre ellas el gran desarrollo tecnológico del momento, buscó que su arquitectura mostrara el espíritu mexicano, apoyándose en los valores de la rica tradición prehispánica y colonial, presentándola como vigente en cada momento histórico".


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