Trova y algo más...

martes, 4 de agosto de 2009

Una historia diferente...

(Rosa Parks. Atrás, Martin Luther King)

--

-

Cuentan las crónicas que el 1 de diciembre de 1955, en la ciudad norteamericana de Montgomery, Alabama, Rosa Parks se negó a obedecer al chofer de un autobús público, el cual quería obligarla a ceder su asiento a una persona de raza blanca.
Fue encarcelada por su conducta, acusada de haber perturbado el orden.
Cuando el incidente se conoció entre la comunidad negra, 50 líderes afroamericanos se reunieron y organizaron el Boicot de Autobuses de Montgomery para protestar por la segregación de negros y blancos en los autobuses públicos.
El boicot duró 382 días, hasta que la ley local de segregación entre afroamericanos y blancos fue levantada.
Este incidente es frecuentemente citado como la chispa del Movimiento por los Derechos Civiles.
En 1956, el caso de Parks llegó finalmente a la Corte Suprema de los Estados Unidos (la cúspide del poder judicial estadounidense), que declaró que la segregación en el transporte estaba en contra de la constitución estadounidense.
Parks se convirtió en un icono del movimiento de derechos civiles.
Mientras pocos historiadores dudan sobre la contribución de Parks al movimiento de derechos civiles y el valor de negarse a ceder su asiento, algunos de ellos han cuestionado la veracidad de algunos de los elementos más míticos.
Muchos relatos del supuesto delito de mala conducta de Parks en 1955 la describen como una simple “costurera cansada”.
En palabras rupestres, los jilgueros del sistema en este tiempo, que siempre han abundado a lo largo de la historia, habrán dicho en la prensa que lo de Rosa Parks fue una payasada.
Sin embargo, Parks proclamó en su autobiografía My Life (Mi Vida) que no es verdad que estuviera físicamente cansada sino “harta de ceder.”
Muchas historias aclaran que se sentaba en la sección designada para negros, y como la sección para los blancos estaba ocupada por completo, la persona de raza blanca quería su asiento.
Es decir, que no fue un problema cuando se sentó sino que fue su negativa a ceder el asiento.
Con todo, Parks no fue la primera persona en negarse a ceder su asiento a una persona de raza blanca.
La National Association for the Advancement of Colored People, conocida por sus siglas NAACP (Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color), había aceptado y proporcionado ayuda legal a otros casos similares, como el de Irene Morgan, diez años antes, que resultó en una victoria en el Tribunal Suprema respecto al comercio.
Esta victoria sólo terminó la segregación racial en el comercio interestatal, tal como el viaje interestatal por medio de autobuses públicos.
En cambio, el caso de Rosa Parks se considera revolucionario porque aplicaba a las leyes segregacionistas estatales, no sólo a las de comercio interestatal.
Rosa Parks murió a la edad de 92 años, el 24 de octubre de 2005, en la casa de retiro en la que pasó sus últimos años.
El 30 de octubre de 2005, los restos de Parks fueron honrados en la Rotonda del Capitolio, convirtiéndose en la primera mujer y la segunda persona afroamericana en recibir este honor.
--

--
El Movimiento por los Derechos Civiles en Estados Unidos fue una lucha larga, y principalmente no-violenta, para extender el acceso pleno a los derechos civiles y la igualdad ante la ley a los grupos que no los tienen, sobre todo a los ciudadanos negros.
Han sido numerosos movimientos a favor de otros grupos en EE. UU. a través del tiempo, pero generalmente se usan el término para referirse a las luchas que tomaron lugar entre 1955 y 1968 para terminar la discriminación contra los afroamericanos y terminar con la segregación racial, especialmente en el sur de Norteamérica.
Usualmente consideran que este periodo comienza con el boicot a los autobuses de Montgomery en 1955 y termina con el asesinato de Martin Luther King en 1968, aunque el movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos sigue de muchas formas hasta nuestros días.
--
--
Nosotros en México, en general, y en Sonora, en particular, vivimos una historia diferente inmersos en la dimensión desconocida: lo que en países verdaderamente civilizados estremecería los cimientos de un sistema político, exigiendo comparecencias ante el Congreso y renuncias fulminantes de servidores públicos, independientemente de su nivel, aquí nadie se responsabiliza de sus actos, sus omisiones, sus olvidos, su ignorancia.
En el caso del incendio de la Guardería ABC, que mañana cumple dos meses, prácticamente todo se ha reducido a una insoportable levedad que aparentemente concluye con unas cuantas órdenes de aprehensión y un puñado de sinvergüenzas de alcurnia dados a la fuga gracias a los vericuetos de un Código Penal que le brinda protección a quienes guardan cercanías cómplices a los círculos del poder, como hemos sido testigos.
Si pudiéramos explicarnos con cuadritos y rueditas el caso del siniestro de la guardería de marras, serían fácilmente detectablen las responsabilidades y los responsables: como decía, en un país verdaderamente civilizado, el director del IMSS y algunos funcionarios de alto nivel ya hubieran renunciado y estuvieran demandados civilmente; el gobernador de Sonora y algunos de sus funcionarios de primer nivel (secretario de Hacienda, el tipo de Protección Civil y algunos otros igualmente responsables del buen funcionamiento de los establecimientos públicos, sean o no del Gobierno del Estado) ya hubieran dejado sus cargos para no entorpecer las indagaciones, que seguramente no les serán favorables.
Pero no se han retirado de sus cargos y ya no lo harán; por el contrario, desde ahí han manejado los hilos de la prensa para que su imagen y lo que les queda de prestigio no se desmorone en estas semanas que faltan para entregarle la administración al nuevo gobernador.
Y han sido precisamente los francotiradores de los medios pagados por la administración los que han tratado de restarle validez a un movimiento ciudadano que lo único que pide es que haya justicia para los 49 bebés que han fallecido y para tantos que tendrán secuelas durante toda su vida: no es poca cosa, aunque los gestos de la soberbia encumbrada digan lo contrario.
Los medios alineados, los que reciben dineros públicos para ocultar verdades incómodas y para levantar cortinas de humo, han festinado desde la comodidad de sus casas que la asistencia a las marchas organizadas por los padres de familia y el Movimiento Ciudadano 5 de Junio haya bajado considerablemente, sembrando la duda de la autenticidad del movimiento y esgrimen el argumento facilón de que siempre estuvo politizado, sin considerar el aumento en la temperatura ambiental y la hora en que se celebran las marchas.
Si fuera estrictamente cierto lo de la politización del movimiento, el mismo argumento se puede aplicar a la baja de feligreses a las misas dominicales, sobre todo a las que se celebran cuando el calor aprieta en la ciudad: igual que en las marchas de apoyo a los padres de los niños fallecidos y lesionados en el incendio de la guardería, los creyentes siguen existiendo en algún lado, seguramente en sus casas, al amparo del calor, sin dejar de creer en dios, sin renegar de su religión. Igual pasaría con los simpatizantes del movimiento ciudadano.
Como sea, los medios y columnistas pertenecientes al mesón de los heraldos de la buñiga han hecho su trabajo puntualmente, siguiendo instrucciones y repitiendo boletines de prensa, de tal forma que parecería que en Sonora y en México no ha pasado nada, y de paso dando por muerto un movimiento que se ha mantenido contra viento y marea durante dos meses.
Si en Estados Unidos hubo un espíritu encarnado en Rosa Parks que mantuvo durante más de 13 años el movimiento por los derechos civiles, en México, en Sonora y en Hermosillo hay 49 pequeños que claman justicia desde sus sepulturas, decenas de sobrevivientes traumatizados que piden que no se olviden de ellos y miles de simpatizantes que exigimos que la ley se aplique con rigor, como si éste fuera un país verdaderamente civilizado, y que los responsables --sean de la instancia de gobierno que sean, y ocupen el puesto que ocupen-- paguen la culpa que les corresponde.
De otra manera, a los 49 niños fallecidos, se sumará la muerte de la esperanza y de una de las frases rimbombantes del sexenio: nada ni nadie por encima de la ley...
--
-