Trova y algo más...

domingo, 6 de junio de 2010

Hola, jodidón, soy Javier Aguirre…

La verdad no peca pero incomoda. Al escuchar a Javier Aguirre en su definición de país, como jodido, y a la realidad del futbol mexicano, como mediocre, no queda otra más que darle la razón. De acuerdo, pero el decir una cosa en México y opinar otra en España es lo que no se entiende.

En México hablar con el Vasco hoy no es una tarea sencilla, tal y como ocurría en otras épocas en las que Javier Aguirre era un personaje accesible, con sonrisa fácil y menos canas.

Recuerdo cuando bastaba una invitación para que se pusiera el uniforme y jugara en beneficio de una causa como la que defendía el EZLN. Era marzo de 1999 cuando Aguirre participó por primera vez como jugador en aquel partido que disputó el Ejército Zapatista de Liberación Nacional en el estadio Jesús Martínez Palillo y en el que lo acompañaron los ex mundialistas Luis Flores, Raúl Servín y Rafael Amador. Los insurgentes fueron derrotados por los ex profesionales por 5 goles a 3.

Casi once años han pasado desde esa cascara política. En 2005 Aguirre aún decía que se identificaba con su país: “Soy mexicano de los pies a la cabeza”, en aquél entonces el Vasco aún vivía en la Ciudad de México, mover su residencia a Miami era algo muy lejano y la causa zapatista aún era de su simpatías, incluso participó en la organización del partido entre el Inter de Milán y el EZLN. Eran otros tiempos sin duda, donde el EZLN era una causa defendida y bien vista.

Aguirre siempre ha participado de forma activa con lo que acontece en México, incluso el Vasco acudió al llamado de Felipe Calderón para rescatar al país de su mala imagen derivada de la violencia y la Influenza AH1N1.

El 25 de mayo del año pasado estuvo sentado al lado del presidente para respaldar la intención de “Vivir México” y en la que se decía destinarían 200 millones de pesos para promocionar al país. Esa vez en Los Pinos no había pasamontañas, pero Bárbara Mori, Roberto Gómez Bolaños, Chespirito; el cantante Marco Antonio Solís, El Buki, y Paty Chapoy también mostraban su amor por México.

El Vasco no puede ser calificado como mentiroso por lo que dijo a Cadena Ser en España. Aguirre comentó la situación de inseguridad que se vive en México; y soltó un repetido y claro “jodido” para calificar lo que se vive por las inundaciones, pero sobre todo por la delincuencia y la violencia. Eso es una verdad a todas luces. Agregar que el potencial del equipo mexicano es para terminar entre el 10 y 15 en el Mundial de Sudáfrica tampoco es falso, así ha sucedido siempre.

Lo dicho en México por Aguirre era pretender hacer del Tri un equipo de guerreros y ser embajador de la campaña ¡Vive México! El Vasco entonces no puede ser calificado como mentiroso; Aguirre sólo es incongruente y “Vive México” a su manera y desde Miami.

¿Qué pensará el Subcomandante Marcos? ¿Qué le dirá Felipe Calderón?

Y ahora resulta que el Vasco de marras viene a querer cambiarnos sus baratijas ideológicas por el oro de un nacionalismo más manipulado por Televisa y Tv Azteca para que todos nos pongamos a brincar como locos alrededor del Ángel de la Independencia gánese, piérdase, empátase o cualquier combinación posible, que en México todo se puede con la magia de la repetición.

“Del México del sí se puede al México del ya se pudo” o de cómo tiene que pasar algo este año en México, partiendo de la base de que cada 100 años suceden cambios trascendentales. No, no lo dijo Miguel Ángel Cornejo, la filosofía es la misma, pero el vocero de dicha frase es el Vasco Javier Aguirre.

“Soy Javier Aguirre y amo a México”, sólo le faltó agregar “aunque esté jodido” como lo dijo en febrero de este mismo año en una radiodifusora española, Entiendo que el Vasco tuvo una especie de reconciliación amorosa, pasional y frenética con México, como cuando te peleas con tu pareja y al cabo de unos meses decides darle una nueva oportunidad. Quizá se sentía confundido, necesitaba tiempo para revalorar ese amor.

“Nuevamente es hora de soñar y de actuar, hora de decidir si queremos seguir siendo ese país que se siente predestinado al fracaso o el que se sabe capaz de construir ese destino anhelado”. ¡Hermoso! Hasta el Ángel de la Independencia se emocionó al escuchar a Aguirre, con ganas de bajar de su columna para abrazarlo.

No sé qué es más sorprendente del anuncio de Iniciativa México, si el encendido, optimista y patriótico mensaje del prócer, perdón, técnico nacional o poder observar un Paseo de la Reforma vacío, limpio y lejos de todo caos citadino.

Por un momento imaginé al técnico nacional hablarle así a sus jugadores, tal y como lo hiciera Nelson Mandela con sus compatriotas sudafricanos. Si ellos tienen a Madiba nosotros tenemos al Vasco.

“Es hora de darle vuelta a nuestra historia”. Qué importa la derrota ante Inglaterra, el baile que les puso Holanda, la lesión de Guillermo Franco, la “pecaminosa” y “criminal” noche de cigarros y cervezas, la salida de Jonathan y el silencio, ahí sí, para explicar los motivos de la baja de Dos Santos con el conocido berrinche de Zizinho. Qué importa que nadie sepa quién es el portero titular, aunque será el Conejo, cuando lo significativo de esto es “enterrar al México de los complejos”.

“Hay que olvidar al México que siempre espera lo peor”, no importa que Joseph Blatter, presidente de la FIFA, haya dicho que le daría gusto ver a Sudáfrica calificando a los octavos de final. “Hay que dejar atrás al México que busca culpables” y no darle importancia a lo que comentó el secretario general de FIFA Jerome Valcke quien con un humor, similar al del Vasco, a través de su Twitter se hizo el chistoso diciendo que si la gente llega tarde a la inauguración, se podrían perder los primeros dos goles de los anfitriones ante México.

Aún se suplica por esa famosa frase que lo encierra todo, palabras mágicas capaces de derrumbar las más sólidas defensas, llave que abre los caminos hacia el área enemiga, sólo dos palabras, doce letras que resumen el amplio conocimiento táctico de la afición mexicana por el deporte más popular: “Échenle ganas”…

Aguirre lo dice más bonito, la retórica es hermosa, el mensaje es el mismo.

No importa la incapacidad si tenemos los sueños y deseos. Si somos uno por ciento mejores cada día, a final del año seremos 365 por ciento mejores, ya lo decía ése “gran pensador mexicano” Miguel Ángel Cornejo.

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Mucho de esto lo dijo C. Uriegas en laloncheria.com, y mucho de esto hay que repetirlo.

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