Trova y algo más...

jueves, 30 de septiembre de 2010

No todo lo que brilla es...

Duele porque es cierto.

El Rubén Cortés escribió hace un par de días un artículo que tituló “No todo lo que brilla es UNAM”.

Yo, que soy orgullosamente UNAM, me agüité un tzingo, pero como también soy orgullosamente muy macho —con excepción de las veces en las que Araceli se pone como tintorera— pues me aguanté y no dije nada.

Me quedé calladito calladito, con la esperanza de verme más bonito... aunque sea por dentro...

Escribió el pinchi Cortés lo siguiente que viene enseguida a continuación (sorry, es que estoy enmuinado):

-.-

El rector de la UNAM, José Narro, dice que hay que refundar la República porque no funciona. Sin embargo, es incapaz de controlar a 20 estudiantes que le impidieron antier realizar un acto solemne.

En la sala Miguel Covarrubias, la Conago reconocería a la máxima casa de estudios por su centenario, pero una turbilla tomó el estrado, disgustada porque “se decía que iba a estar” el gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz.

Desde una orillita del escenario, el rector que exige cambiar el actual modelo de nación les pidió orden: “Le harán daño a la Universidad”.

Pero su autoridad no alcanzó para cambiar el modelo de comportamiento de los quejosos: “Se suspende el evento”.

El rector que, una semana antes se presentó, en sesión en el Congreso como representación de la calidad moral, no sólo de las instituciones de educación superior, sino de las buenas conciencias del país, no pudo poner orden en su propia casa.

“El actual modelo de organización nacional ya dio lo que podía, ya no nos sirve ni para vernos hacia afuera, ni resolver los problemas hacia adentro, y no sólo analizar la hacienda nacional o la parte política, sino también temas como la justicia, la educación y la cultura”, reclamó.

Parecería, en especial a los padres de la corrección política, una comparación desproporcionada, pero es en verdad una buena ocasión para constatar que la UNAM barre basura bajo la alfombra.

Los números de los que se ufana suelen ser espejismos.

Lo mostró, por ejemplo, el QS University Rankings (que agrupa a las mejores universidades), en el que bajó 32 lugares en un año: del lugar 190 de 2009, cayó al 222.

Durante los últimos cinco años se había ubicado en el Top 200, como la mejor universidad de Latinoamérica.

El gran llamado de alarma lo dio la semana pasada una de las personas con mayor autoridad para hacerlo: la antropóloga Linda Rosa Manzanilla, al instante de ser galardonada con el Doctorado Honoris Causa por el propio rector Narro.

Frente a los 16 condecorados, denunció que la tercera parte de académicos de la UNAM no trabajan y ocupan plazas vitalicias, a pesar de sus evaluaciones negativas y ni siquiera cumplen con lo que escasamente se les pide para percibir un sueldo que sale del erario.

“Dedican su tiempo a destruir la vida de los demás”, sentenció la eminente antropóloga, porque “la UNAM está dividida por intereses políticos de personas que no han entendido que entre las fortalezas primordiales está la diversidad de pensamiento, opiniones y ópticas”.

Eso es lo que debería resolver el rector Narro, antes de tratar de refundar a México.

Y poder controlar a una turbita de 20 alborotadores dentro de su propia casa. (Fin finito final).

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Pues ni pex, dijo el andrex… y uno qué le va a hacer, sino seguir aguantando a los alborotadores… ¿qué no? porque la democracia y la tolerancia permiten eso y más…

Y como dice el Condorito: ¡Plop, ca’ón…!

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