Según lo que he leído en la prensa vendida (¡jamás será vencida!), hoy, today, este día, hoc die, aujourd'hui, oggi, hoje, heute, сегодня, هذا اليوم o como usted le diga a este lapso que vivimos justamente en el término de 24 horas, llegará una nube tóxica a California procedente de Japón, con escala en las islas Aleutianas. Y mañana aterrizará en Arizona, como para darle un quemón a las agencias de inteligencia y de seguridad gringas, que ante esto no pueden hacer nada; es decir, se vuelven simples mortales, casi casi como individuos de países emergentes. En fin…
He escuchado que con esto al fin se concretará lo que el ala revolucionaria de la perrada denomina “La venganza de Hiroito”, considerando que los gringos (o nuestros primos, como estúpidamente le llamaba el estulto de Raúl Velasco al gringamen talibán y mal nacido, que por cierto no son todos los norteamericanos, hay que decirlo) fueron quienes lanzaron no una, sino dos bombas atómicas en el suelo de Japón en agosto de 1945 para poner fin al conflicto bélico de la II Guerra Mundial, no el político ni el militar ni el ideológico... ni el económico, que al fin de cuentas era lo mero principal.
Pero una y otra cosa no tiene comparación: aquello fue un crimen de lesa humanidad contra la población civil, que al ser el juez (o el policía del mundo) quien lo comete, no es materia de juicio para ellos mismos, lo de hoy es un desastre provocado por dos eventos naturales, y es precisamente la naturaleza quien ha empujado esa nube hacia el territorio norteamericano.
En 1945 y años posteriores, en Japón han muerto decenas de miles de personas, la mayoría de ellas, civiles; en Estados Unidos no morirá nadie a causa de esa nube pues ya se ha establecido que no es peligrosa, ya que dejó su carga sobre el océano. Tal vez el gringo que muera será a causa de una sobredosis de pastillas de iodo, que a eso si son muy afectos algunos estadunidenses.
En fin… no me parece que un evento tenga que ver con el otro como para andar pregonando que fue la “Venganza de Hiroito”, y uno espera que nada pase en California ni en Arizona, sobre todo a nuestros seres queridos, que —hay que aclarar— son algo más que lo que significaba sometidamente aquella frase del Velasco de marras…
De todas maneras, como para no dejar pasar la oportunidad, me permito compartir aquí lo que dijo el presidente gringo Harry S. Truman 16 horas después del ataque a Hiroshima:
Los japoneses comenzaron la guerra desde el aire en Pearl Harbor. Ahora les hemos devuelto el golpe multiplicado. Con esta bomba hemos añadido un nuevo y revolucionario incremento en destrucción a fin de aumentar el creciente poder de nuestras fuerzas armadas. En su forma actual, estas bombas se están produciendo. Incluso están en desarrollo otras más potentes. [...] Ahora estamos preparados para arrasar más rápida y completamente toda la fuerza productiva japonesa que se encuentre en cualquier ciudad. Vamos a destruir sus muelles, sus fábricas y sus comunicaciones. No nos engañemos, vamos a destruir completamente el poder de Japón para hacer la guerra. [...] El 26 de julio publicamos en Potsdam un ultimátum para evitar la destrucción total del pueblo japonés. Sus dirigentes rechazaron el ultimátum inmediatamente. Si no aceptan nuestras condiciones pueden esperar una lluvia de destrucción desde el aire como la que nunca se ha visto en esta tierra…
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O sea, este moderfóquer sí que era un sanababich completito…
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