Al recibir en Los Pinos a la selección Sub-17 de futbol, el Felipe Calderón aseguró que después del campeonato obtenido este domingo en el Estadio Azteca, “México no va a ser el mismo”.
(No se rían, eh: lo dijo serio serio el hombre).
Y aunque los problemas seguirán, abundó el tipo de marras, tiene que cambiarse la manera en que se hacen las cosas.
(O sea, ¿va a cambiar su estrategia de guerra contra el narco?)
El Calderón agradeció al combinado mexicano porque, además de la Copa del Mundo o el trofeo de mejores jugadores, “nos han traído una gran alegría, esperanza y confianza; nos han recordado a los mexicanos lo mucho que vale nuestro país”.
(Lo malo, dicen muchos, es que el grupo en el poder tiene muy poquita memoria RAM).
Luego de reconocer el carácter del equipo, así como su calidad futbolística, el mandatario pidió a los jugadores visualizarse también como campeones del mundo, pero con la selección mayor dentro unos años.
(Ya les dije: no se rían...)
El Calderón aseguró que el cambio de ánimo detonado por el campeonato mundial Sub-17 será para bien y que la patria les agradece su esfuerzo.
(Mira nomás, utiliza a la patria como si fuera el trapito de bajar la olla).
Al respecto, el secretario general de la Federación Mexicana de Futbol, Decio de María, expresó a Calderón que con el campeonato cerraron la promesa de cuando abanderó a la selección de poder alcanzar el triunfo y darle a México una satisfacción.
(La mafia en pleno hablando de satisfacciones).
Acerca del triunfo, De María señaló que “cuando nos unimos alcanzamos los objetivos que nos planteamos”.
(Sobre todo, llenarse los bolsillos con millones y millones).
Por su parte, el director técnico de la Selección Sub-17, Raúl Gutiérrez, dijo que el triunfo fue resultado de un trabajo “en conjunto desde nuestra Federación y todas las confederaciones que tenemos”.
(Si: las confederaciones son Televisa y TV Azteca).
Mientras que el capitán Antonio Briseño refirió que sus compañeros supieron cómo jugar cada partido y agregó, que el triunfo “es de todos los mexicanos que peleamos, luchamos, fue un trabajo en equipo primordial”.
Finalmente, indicó que “este es un ejemplo de que México tiene grandes virtudes en todo, no sólo en el futbol”.
(¿Por ejemplo...?)
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Y ya que andamos en el libertinaje del discurso del triunfalismo y la imbecilidad, pues yo desde aquí sugiero que a cada seleccionado lo nombremos pero ya gobernador del estado que más le guste para que le metan huevos a la construcción federal de un nuevo país...
Y que Raúl “El Potro” Gutiérrez sea declarado a partir de ahora mismo presidente de la República para que establezca una estrategia futbolera contra el narco y la corrupción y la impunidad y la pobreza y el hambre y la miserable educación y...
Y que al utilero de la selección mexicana que está en Argentina lo unjan como Secretario de Turismo, prostitutas incluidas, obvio.
Y al chef de la selección que jugó en la Copa Oro —llamado por generación espontánea El zar del clembuterol—, lo declaren Secretario de Agricultura o de Salud, que al final de cuentos, los secretarios nos miran con vacas y güeyes.
Y a los aficionados que celebraron en el Ángel de la Independencia y en las escalinatas del Museo y Biblioteca de la Universidad de Sonora los borren del Buró de Crédito...
Y, si se puede, les inventen un fobaproa chiquitito para que sus deudas sean absorbidas por las grandes empresas trasnacionales...
En serio... no se rían...
Porque si no sirve para eso festejar en el Ángel o en el Museo, ¿entonces para qué...?
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