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lunes, 31 de mayo de 2010

Fumando espero…

El 31 de mayo se celebra el Día del No Fumador o Día Mundial Sin Tabaco, fecha designada por la Asamblea Mundial de la Salud en 1989, para alentar a los fumadores a dejar de fumar y, asimismo, para incrementar el conocimiento del público sobre el impacto que tiene el tabaco en la salud.

Fumar mata. Ese es un hecho. Cuando menos mata los buenos olores, que ya es algo cuando uno vive y convive en sociedad. Aunque eso sería lo de menos, pues una buena loción disfrazará los olores del tabaco… si funciona con el licenciado Holguín y su fragancia de monstruo del pantano verde, no funcionará con un fumador. Mjú.

De todas formas, si fuera necesario un puñado de datos para inclinar la balanza, van aquí algunos datos duros para reconocer la gravedad de la adicción a la nicotina:

Según la Organización Mundial de la Salud, el tabaco es la primera causa de enfermedad, invalidez y muerte prematura del mundo

Fumar está directamente relacionado con la aparición de 29 enfermedades, de las cuales 10 son diferentes tipos de cáncer, y es la principal causa de 95% de los cánceres de pulmón, de 90% de las bronquitis y de más de 50% de las enfermedades cardiovasculares.

Los efectos nocivos del tabaco dependen de las sustancias químicas contenidas en la hoja de tabaco al momento de su combustión, pero principalmente son cuatro: Nicotina, que es el principal componente del tabaco, produce la dependencia; monóxido de carbono, que es un gas que procede de la combustión incompleta de la hebra de tabaco; gases irritantes, que afectan al aparato respiratorio, y sustancias cancerígenas, como el benzopireno, que se forman durante la combustión del tabaco o del papel de los cigarrillos.

Al fumar, no sólo los fumadores son afectados, también lo son las personas más cercanas: los fumadores pasivos, que incluso llegan a ser los niños, que absorben las partículas que se impregnan en las ropas de los fumadores activos.

El Sistema Nacional de Salud, por su parte, ha dicho que se gasta alrededor de 30,000 millones de pesos en la implementación de consultas por padecimientos relacionados al tabaquismo y fomento de las normas antitabaco. “El gasto que las instituciones de salud pública hacen es casi igual a la derrama económica que dejan los impuestos por la venta de cigarros, por lo que la ventaja monetaria es casi nula y los problemas son mayores”, dicen los funcionarios de la dependencia.

Además, por si no me cree, le diré que ya hay un grupo de científicos que encontró la primera evidencia biológica directa de que fumar destruye las células del cerebro y además detiene la producción de las mismas. Y esto, obviamente, ha provocado que las asociaciones antitabaco señalen que ello aporta un mayor incentivo para dejar de fumar. Pues sí, ni modo que dijeran lo contrario, ¿no?

Sí, en serio. Mire, le diré cómo estuvo eso: unos franceses permitieron que tres grupos de ratas consumieran cantidades bajas, medianas y altas de nicotina, mientras que un cuarto grupo no tuvo acceso alguno a la nicotina. Hagan de cuenta que éramos usted, yo y otros dos amigos encerrados ahí en la soledad de un laboratorio: ni más ni menos.

Bueno, los franchutes permitieron que las ratas señaladas absorbieran la nicotina durante una hora diaria durante 42 días; después fueron sacrificadas y sus cerebros analizados minuciosamente. ¿Saben que encontraron los francófonos? Pues que los roedores que tomaron dosis medianas y altas de nicotina, sufrieron una pérdida de producción de nuevas células cerebrales mayor al 50% en relación con el grupo que no consumió nicotina. También se observó un porcentaje mayor de muerte de células cerebrales.

Los investigadores también encontraron que todos los roedores que consumieron nicotina sufrieron de una baja en la proteína PSA-NCAM, que juega, según me explicó el Polacas, un papel vital en la adaptabilidad del cerebro y está relacionada con su habilidad para aprender y memorizar.

“Estos resultados —dijeron los investigadores— generan una preocupación adicional sobre las consecuencias que el abuso de la nicotina puede traer para la salud, y abren una nueva perspectiva sobre los posibles mecanismos neurológicos de la adicción al tabaco”.

Ahora que si usted está empeñado en no dejar de fumar aunque corra el riesgo de contraer cáncer de pulmón y vías respiratorias, pues le diré que unos investigadores australianos han descubierto que masturbarse con ahínco reduce el riesgo de desarrollar cáncer de próstata; o sea, unas por otras, como se dice: Según un estudio que realizaron estos investigadores del Consejo de Cáncer de Victoria, en Melbourne, se determinó que los hombres que se masturban al menos cinco veces a la semana, son un 30% menos propensos a desarrollar este tipo de padecimiento. Con todo, como usted ya estará imaginando, ésta es otra historia.

La historia de hoy tiene que ver con fumar y dejar de fumar. Y eso también es un tema que le compete a las universidades: de hecho, la Ley General para el Control del Tabaco, publicada en abril de 2008 y reformada en enero de 2010, señala en algunos apartados:

“Artículo 1. La presente Ley es de utilidad pública y sus disposiciones son de orden público e interés social y de observancia general en todo el territorio nacional y las zonas sobre las que la nación ejerce su soberanía y jurisdicción. A falta de disposición expresa se aplicará supletoriamente la Ley General de Salud.

Artículo 5. La presente Ley tiene las siguientes finalidades:

I. Proteger la salud de la población de los efectos nocivos del tabaco; II. Proteger los derechos de los no fumadores a vivir y convivir en espacios 100% libres de humo de tabaco; III. Establecer las bases para la protección contra el humo de tabaco.

Artículo 6 menciona: “Para efectos de esta Ley, se entiende por: X. Espacio 100% libre de humo de tabaco: Aquélla área física cerrada con acceso al público o todo lugar de trabajo interior o de transporte público, en los que por razones de orden público e interés social queda prohibido fumar, consumir o tener encendido cualquier producto de tabaco.”

En su Capítulo III. Consumo y Protección contra la Exposición al Humo de Tabaco, establece:

“Artículo 26. Queda prohibido a cualquier persona consumir o tener encendido cualquier producto del tabaco en los espacios 100% libres de humo de tabaco, así como en las escuelas públicas y privadas de educación básica y media superior. En dichos lugares se fijará en el interior y en el exterior los letreros, logotipos y emblemas que establezca la Secretaría.

Artículo 27. En lugares con acceso al público, o en áreas interiores de trabajo, públicas o privadas, incluidas las universidades e instituciones de educación superior, podrán existir zonas exclusivamente para fumar, las cuales deberán de conformidad con las disposiciones reglamentarias:

I. Ubicarse en espacios al aire libre, o II. En espacios interiores aislados que dispongan de mecanismos que eviten el traslado de partículas hacia los espacios 100% libres de humo de tabaco y que no sea paso obligado para los no fumadores”.

Artículo 28. El propietario, administrador o responsable de un espacio 100% libre de humo de tabaco, estará obligado a hacer respetar los ambientes libres de humo de tabaco establecidos en los artículos anteriores.”

Por lo pronto, lo invito a que dejemos de fumar, y hoy es un buen día. No nos vaya a pasar lo de los ratones, y ya no está uno para andar pasando vergüenzas con eso de traer nada más medio cerebro, como muchos que ni siquiera fuman...

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