Yo no lo conozco, pero quienes son sus muy amigos, que son muy pocos, hablan muy bien de él. Los demás, la enorme mayoría de los sonorenses, digamos que lo repudia gremialmente. Por sistema, pues. Yo, que ni fu ni fa en esos menesteres de la política, me apego a la frase bíblica “Por sus frutos los conoceréis”, pero como en el caso del diputado local plurinominal por el Partido Nueva Alianza en Sonora, Óscar Manuel Madero Valencia —ciertamente hijo putativo de Elba Esther Gordillo— no hay frutos de donde escoger, podemos utilizar la variante más conocida de la sentencia divinizada y decir “Por sus actos los conoceréis”, y aquí sí hay mucha tela de donde cortar.
Claro que hay quien defiende en los medios al diputado de marras: sus incondicionales, pero las notas periodísticas están ahí, a la vista de todos, y fuera de perderse en discusiones sobre quién pagó el pasaje, hospedaje y demás tela de la imbecilidad del motejado Manolo por sus amigochos, está el hecho de haberse ido a Venezuela de paseo dejando aquí a todos sus representados —que han de ser como tres, considerando su naturaleza de pluri; es decir, de partido, fruto de la alianza antinatura Panal-Verde Ecologista-Pri, que apoyara al vaquero de la hinojosa en su cruzada por la gubernatura de Sonora— y ponerle el botón de pausa a esa lucha democrática que dicen defender los panalistas rasgándose las vestiduras trepados en las Hummers elbaesterianas, por supuesto.
El caso es que el tipo se largó a Isla Margarita, Venezuela —la tierra de aquel monstruo que el sistema calificó como un peligro y lo comparó con el Peje— a sumarse al grupo de apoyo de la novena naranjera, pasándose por donde los demás mortales tenemos el arco del triunfo sus obligaciones legislativas, como la toma de protesta del nuevo Ombudsman sonorense —que ya sabemos que tampoco son muchas, pero cuando menos hay que despistarla para que luego no andemos los demás diciendo que los plurinominales son una bola de individuos que cultivan la web, aunque en el fondo sí lo sean— y se puso la casaca hermosillense, se afianzó una matraca y le dio rienda suelta a la mexicana alegría para que todo el mundo supiera, vía espn, que allá andaba un diputado del Panal haciendo mucha pero mucha política a favor del rey de los deportes. Pos sí, tú…
Ni bien había terminado la serie de campeonato en la Mexicana del Pacífico, cuando el Madero Valencia ya tenía su reservación hecha para la Serie del Caribe. Muy espichadito se fue al aeropuerto, pero los paparazis locales lo agarraron con las manos en las petacas —que no es albur, aunque parezca— a punto de tomar el vuelo rumbo a Sudamérica, esquina con el mar de las Antillas. Y allá se fue, volando, como gaviota de un trienio que apenas empieza y ya está manchado por la soberbia y la estulticia.
Fue entonces que los medios dijeron que una falta en el Congreso del Estado por apoyar a México en la Serie del Caribe, vale la pena para el diputado Óscar Manuel Madero Valencia, quien desde el pasado lunes llegó a Isla Margarita, Venezuela: “La toma de protesta para mí no es más importante que un movimiento deportivo que le da vida a Sonora, que verdaderamente le da vida. Para mí como fanático al beisbol mis respetos, estoy muy contento aquí”, afirmó tras presenciar la derrota de México.
El coordinador del grupo parlamentario del Panal, señaló que su falta en el Congreso no le preocupa aun cuando le descuenten el día: “El sistema que tiene el Congreso del Estado no me obliga ni me presiona ni me motiva para ir solamente a hacer la toma de protesta de un presidente de la Comisión de Derechos Humanos que tenía dos años atrasado. Mi responsabilidad en el Congreso como diputado no cambia solamente para acudir a la toma de protesta”, argumentó en una suerte de viborazo mal planteado, pero viniendo de un miembro del Panal se puede esperar eso y mucho más, dicho con todo respeto… ¡Ja!
Según el artículo 33, fracción II, de la Ley Orgánica del Poder Legislativo del Estado de Sonora, cada diputado debe asistir puntualmente a las sesiones, reuniones de comisiones de las que forme parte, diligencias y demás actos a que hayan sido convocados debidamente. Los diputados solamente podrán dejar de concurrir a las sesiones por causa justificada en los términos de la presente ley o por licencia concedida por el Congreso del Estado.
A su regreso de tierras venezolanas, después de sus inmerecidas vacaciones, el Madero de marras señaló: “No le enviaría a la sociedad una disculpa, porque a la sociedad no le estoy fallando, si sacamos cuentas de la gente que le interesa la política contra la cantidad que le apasione el beisbol, salimos ganando los beisbolistas”. Sin embargo no esperó la respuesta de la sociedad, que sabe que los políticos son políticos y los beisbolistas son beisbolistas, porque no se puede ser agua y pescado al mismo tiempo, aunque —como se ha dicho— de un panalista se puede esperar que sean agua, pescado, espuma y brisa nocturna; es decir, un semidios que a nadie tiene que pedirle permiso ni ofrecer perdón, como dejó amplia constancia en su declaración.
El diputado de la fracción por el Partido Nuevo Alianza (Panal) recibirá una sanción económica por un día de dieta, que representan 2 mil 550 pesos, debido a su inasistencia a la sesión extraordinaria el 4 de febrero, por su viaje de una semana a Venezuela en apoyo a Los Naranjeros. El ¿legislador? expresó que por honestidad no ocultó su viaje de una semana a Venezuela para apoyar a Los Naranjeros de Hermosillo. Y tampoco lo ocultó porque lo descubrieron, como fue descubierta América. Y ni modo de hacerse para atrás: a lo hecho pecho, como dijo Sabrina Sabrock.
No contento con su enredo, el Manolín todavía dijo: “A la sociedad le ofrezco todos mis respetos; eso sí, disculpas no porque dentro de los tres años que vamos a tener aquí no habrá una cosa deshonesta, ninguna cosa de que me tenga que avergonzar cuando termine mi tarea legislativa”, expreso.
El Manuel Madero, profesor que hace muchos pero muchos años que está peleado con el gis y el pizarrón, es el mismo que dijo: “Somos una generación nueva de políticos con una visión distinta a la que la sociedad tiene de nosotros, lo vamos a comprometer hasta el último día de nuestra labor legislativa”, aunque entre el dicho y el hecho hay comouna Venezuela de trecho.
Es también quien, siendo dirigente estatal del Panal, señaló que estaba dispuesto a aceptar el ingreso a sus filas del ex gobernador Eduardo Bours Castelo, ya que se trata de una pieza clave que no debe de ser desaprovechada para las futuras actividades políticas que se presenten, y aunque sólo se trataba de un simple rumor “maiceado” por los mismos d siempre, “él (Madero, pues) desde ahorita la daba la bienvenida para que encabece la dirigencia nacional”.
En aquel entonces, aclaró que siempre, y durante todo el sexenio de Bours Castelo, al estar en la dirigencia del SNTE Sección 54, y como secretario general y diputado por el Panal, mantuvo una buena relación de trabajo y amistad, es por ello que veía positiva la incursión del cajemense a las filas de Nueva Alianza a nivel nacional, sobre todo por la alianza que hubo durante el pasado proceso electoral con el Pri. Y así por el estilo se enredó en un discurso que más parecía provenir del mismo partido tricolor que del desteñido partido regenteado por la Gordillo…
Yo no lo conozco, pero quienes son sus muy amigos, que son muy pocos, hablan muy bien de él. Los demás, la enorme mayoría de los sonorenses, digamos que lo repudia gremialmente. Por sistema, pues. Yo, que ni fu ni fa en esos menesteres de la política, me apego a la frase bíblica “Por sus frutos los conoceréis”, pero como en el caso del diputado local plurinominal por el Partido Nueva Alianza en Sonora, Óscar Manuel Madero Valencia —ciertamente hijo putativo de Elba Esther— no hay frutos de donde escoger, podemos utilizar la variante más conocida de la sentencia divinizada y decir “Por sus actos los conoceréis”, y aquí sí, como se ha visto, hay mucha tela de donde cortar…
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