Hoy por la mañana hubo un sismo en Chile de proporciones desastrosas. Lo lamentamos y nos sumamos a la tristeza.
Entiendo que también hubo un temblor por aquí. Alguien lo dijo en voz baja. Pero ese lo celebro.
No sé si la desgracia debería sobreponerse a los momentos de felicidad, o tendría que ser a la inversa. No sé.
Tampoco sé cómo se logra el equilibrio.
Como dicen: Cuánto anhelamos ese equilibrio, ese complemento perfecto, para adherirnos a otras historias, para "infringir otros mundos" y pensar que tan solo necesitamos ese "boleto"...
Tratemos de no probar la soledad, dicen.
Ni en Chile ni por aquí.
Y esta es la colaboración y la búsqueda en un sábado sublime:
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Dame un abrazo a ciegas, y prende la luz para poder verte.
Toma mi corazón latente pero devuélvelo... porque no quiero quedarme sin él.
Besa mis labios y límpialos para no hacerme adicto a tus besos.
Te adhiero a mi historia, pero deja partes que yo solo pueda escribir.
Te muestro mi sonrisa, pero no me la arrebates por favor.
Víveme en las bajas pasiones pero con responsabilidad y sin excusas.
Enrédate en mis hilos que no te asfixiaré.
Dame un boleto para infringir tu mundo, y conocer un poco más de ti.
Volteemos el pasado y usemos su lado positivo.
Enciérrame en tu cárcel… pero déjame ir cuando llegue la hora.
Tu felicidad es mi vicio, mi vida es el deseo que siempre guardé.
Con dificultad confío, con facilidad me refugias en tus brazos abiertos.
No intentemos cambiarnos, busquemos adaptarnos.
No pruebes de mi soledad, saborea mi compañía.
No provoques que te necesite… sólo te puedo extrañar.
Sin cadenas, sin grilletes; sólo las manos entrelazadas para avanzar en el camino.
Sin violencias, ni maltratos, comprensión y oratoria.
Mi cuerpo y corazón no tienen escudos, no te puedes volver mi refugio. Tan sólo sé el Te amo en mi boca..."
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Carlos Arturo en "Crónicas de una Quimera Americana"... y ahora aquí...
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