Francisco Antonio Astiazarán Varela nació el 3 de diciembre de1884 en la Hacienda Codórachi, ubicada en la Villa de San Miguel, del municipio de San Miguel de Horcasitas, Sonora. Sus padres fueron Fernando F. Astiazarán, originario de Hermosillo, y Susana Varela, quienes procrearon además a Fernando, Roberto, Alberto, Gustavo, Ana, Susana, Josefina, Zarina, Herlinda y Artemiza. Sus abuelos paternos fueron Fernando M. Astiazarán y Dolores Gándara, y los maternos, José Antonio Varela y Pastora Mazón.
Desde pequeño fue muy aficionado al dibujo, lo que tal vez fue el origen de que, ya mayor, se inclinara por estudiar la carrera de Ingeniería Civil. Sus padres no contaban con los recursos suficientes para financiar sus estudios y su estancia en la Ciudad de México, pero tuvo la suerte de que el exgobernador don Ramón Corral, quien ocupaba altos puestos en el gobierno federal, lo apoyara en esa importante etapa de su vida.
Una vez que ocurrieron las revueltas revolucionarias y con ellas la renuncia de don Ramón Corral a la vicepresidencia de la república en 1911 y el retiro forzoso de la ayuda que éste le brindaba, el joven estudiante de la Universidad Nacional de México, mostrando una gran voluntad y entereza, se dio a la tarea de sostenerse mediante la venta de periódicos y otros artículos en lugares concurridos de la capital del país. De esa forma logró continuar y concluir sus estudios profesionales.
De regreso en Sonora se casó con la señorita María Izábal Salido. La pareja pasó los primeros meses de matrimonio en San Francisco, California. Ella estaba delicada de salud y los médicos le aconsejaron que no se embarazara, pero ella se resistió a ese impedimento y la pareja tuvo cuatro hijos: Antonio Rafael, Gloria María, Fernando José y Carmen Mercedes.
Posteriormente la familia se trasladó a la población de Esperanza, cuando Cajeme era una estación de ferrocarril. Trabajó en una hacienda propiedad del Gral. Álvaro Obregón y colaboró directamente con la compañía Richardson en el desarrollo del sistema hidráulico del Valle del Yaqui. En especial a él se debe la construcción del puente del Canal, ubicado en la calle 200 y Meridiano. Otra de sus obras es la primera escuela primaria de Ciudad Obregón, la "Carlos M. Calleja", construida en 1930.
Años más tarde se fue a radicar a Mexicali, Baja California, como funcionario de la Comisión de Aguas y Límites Internacionales, en donde colaboró en la realización de los estudios topográficos para deslindar los límites del Río Colorado. En ese tiempo estaba vigente un conflicto entre el Territorio Norte de Baja California y Sonora con motivo de los cambios de cauce del Río Colorado y con ello del límite preciso entre ambas entidades.
El gobernador Abelardo L. Rodríguez lo comisionó para que se hiciera cargo de las investigaciones del caso, para lo cual se fue a radicar por seis meses a la Ciudad de México. El resultado fue el documento "La cuestión de límites entre el estado de Sonora y Territorio Norte de Baja California" (1944), gracias al cual el Lic. Luis Encinas Johnson, quien era el representante legal de Sonora en el conflicto, pudo ganar el caso.
Se trata de un estudio muy profesional y riguroso, en el que se cita una gran cantidad de fuentes bibliográficas y hemerográficas y se hace referencia a mapas que datan desde la época de la Colonia.
Ese mismo año el gobernador Rodríguez lo invitó a que se hiciera cargo de la rectoría de la Universidad de Sonora, lo que gustosamente aceptó. Fue nombrado con ese cargo el 6 de octubre. Durante su rectorado se elaboró el escudo del Alma Mater, que él mismo bosquejó y que fue realizado por el pintor Francisco Castillo Blanco. El predominio del color amarillo representa la iluminación, la inteligencia y la sabiduría. El color azul significa la comunicación, la voluntad, la fe, la paz, el equilibrio y la felicidad, mediante los cuales se desarrolla la iniciativa, el poder y la fuerza.
En la parte superior se encuentra la cabeza del búho de Palas Atenea, que simboliza la sabiduría. La frase "Todo lo iluminan", que hace referencia al poder de los libros y la lectura, ocupa la parte central. La antorcha da luz al camino del saber y las guirnaldas de naranjas simbolizan a la antigua Ciudad de los Naranjos: Hermosillo.
El lema de la Universidad, "El Saber de mis Hijos hará mi Grandeza", también se instituyó durante su rectorado. Se ha dicho que su autor fue el maestro José Vasconcelos, sin embargo existen evidencias de que quien acuñó dicha frase fue el propio rector Francisco Antonio Astiazarán.
En una columna del periódico El Imparcial (Hermosillo, Sonora, s/a, s/f) de fines de la década de los ochenta, se lee lo siguiente: “Si bien el autor del Ulises Criollo fue el autor del actual lema de la Universidad Nacional Autónoma de México, "Por mi raza hablará el espíritu", no lo fue en cambio de la frase "El Saber de mis Hijos hará mi Grandeza", lema de la Universidad de Sonora, sino que éste surgió del talento y el espíritu humanístico del ingeniero don Francisco Antonio Astiazarán, quien fue segundo rector de la Universidad de Sonora”. Algunos de los familiares del ingeniero Astiazarán avalan tal afirmación.
En 1946, junto con personalidades como Alberto Gutiérrez, Ramón Corral, Ernesto Camou, Enrique E. Michel, Horacio Sobarzo, Manuel Gándara, Domingo Olivares R., Ignacio Cadena H., Ignacio Soto, José S. Healy, Matías Cázares, Moisés Mirazo C., Enriqueta de Parodi, Alfonso J. Hoffer, Carlos G. Balderrama, Federico F. Valenzuela y Manuel Puebla, entre otros, fue patrono fundador de la «Fundación Esposos Rodríguez». Además, formó parte de la comisión que formuló las Bases Constitutivas, Estatutos y Reglamento de Becas de dicho organismo.
En los meses previos a las elecciones para gobernador en 1949, el candidato Ignacio Soto Martínez le pidió que coordinara su campaña política pero don Francisco Antonio no aceptó. En ese tiempo vivía en la calle Dr. Paliza, frente al Hotel Ramos. Después cambió su residencia a Ciudad Obregón, en donde era socio de una compañía harinera y una hielera. Murió en esa localidad en junio de 1969, a la edad de 85 años.
Francisco Antonio Astiazarán era un hombre de un rigor y una moral intachables. Sencillo, paciente y de una gran bondad, esgrimía también las cualidades de la rectitud y la exigencia. Sus descendientes lo recuerdan como un hijo, esposo, padre y abuelo ejemplar.
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Principales avances de la Universidad de Sonora
durante el rectorado de Francisco Antonio Astiazarán
• Se elaboró el escudo y se acuñó el lema de la Universidad de Sonora: "El Saber de mis Hijos hará mi Grandeza".
• Se colocó la primera piedra y se comenzó a construir el edificio del Museo y Biblioteca.
• Se fundó la Escuela de Farmacia en 1945.
• En 1945 la Unión Ganadera de Sonora donó cerca de $100,000.00 para la fundación de una futura Escuela Agropecuaria.
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Fuente: Nuestro rectores. Edición conmemorativa del 61 Aniversario de la Universidad de Sonora.
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