Trova y algo más...

jueves, 7 de enero de 2010

A ver quién es el que la tiene más grande...

Dice Joan Manuel Serrat en "Algo personal": Probablemente en su pueblo se les recordará como cachorros de buenas personas, que hurtaban flores para regalar a su mamá y daban de comer a las palomas. Probablemente que todo eso debe ser verdad, aunque es más turbio cómo y de qué manera llegaron esos individuos a ser lo que son... etcétera...

No nos vamos a meter en honduras en esto. Porque entre otras cosas, ni siquiera sé hacia dónde nos encaminamos en esta columna, pues ya ven que a veces (mjú) por decir gimnasia termino pronunciando magnesia y cosas parecidas.

El caso es que escuchando "Algo personal" se me quedó grabada esa frase que dice A ver quién es el que la tiene más grande... y mi mente agarró monte de manera indebida, creo, porque mientras yo pensé una cosa, la canción se refiere a otra.

Pero esa huida mental no fue gratuita: durante los últimos días la prensa, sobre todo, nos ha bombardeado con la noticia de que por la cama del actor gringo Warren Beatty, hoy un viejito risueño y gastado, pasaron cerca de 13 mil damas.

¿Y?, diría la Lucero con los brazos en jarras...

Sí. Y qué escándalo con eso, ¿no?

De veras que no es posible que la prensa de principios de año ha tomado como nota sobresaliente el hecho de que Madonna, Cher, Raquel Welch, Diane Keaton, Elle McPherson y muchas otras femeninas, son sólo algunas de las famosas que pasaron por la cama de Warren Beatty… y se entiende que hicieron aquellito de manera entrepiernada… porque de otra manera, pues ¿pa´qué, no?

Dicen que una biografía no autorizada sobre este actor norteamericano asegura que tuvo relaciones con casi 13 mil mujeres: en el libro Star: How Warren Beatty Seduced America, de Peter Biskind, se asegura que por la cama del artista pasaron 12,775 chicas y no tan chicas. Cabe aclarar que este número no incluye “las aventuras casuales o los besos robados”.

El autor del libro estima que cada tres días el actor tuvo un affair, en una lista que tiene grandes estrellas.

No hace mucho, Julio Iglesias, más modesto, aseguró que tuvo sexo con 3,000 mujeres (distintas, se supone), superado por algunos, entre ellos el protagonista de Two and a half men, Charlie Sheen, que se le ha contado (no sé cómo: a mí no me pregunten) 5,000 mujeres, aunque hoy por hoy anda súper embroncado con su mujer por cuestiones que aquí nos valen máuser.

Con todo y que la cifra del tal Beatty es extraordinaria, no deja de ser producto de algo tan natural como el comer, el dormir y el hacer del uno, del dos y del tres. O sea, el sexo es algo tan natural que hasta los vegetales lo hacen a su manera, ni qué decir entonces que lo animales lo practican de manera variada.

Por ejemplo, dicen que los monos bonobos, que son una especie más amigable que el chimpancé, y más cercana al ser humano, sobre todo a ciertos humanos horrorosos y peludos que andan por ahí —y esto, lo siento mucho, incluye a hombres y mujeres— practican el sexo con asombrosa frecuencia y variedad, no sólo con un fin reproductivo, sino, en la gran mayoría de los casos, por placer... sí: al igual que la especie humana.

De hecho —dicen los expertos en este tipo de changos — no hay conflicto entre ellos que no se resuelva, o disuelva, en besos, caricias y cópula. En vez de matarse como los chimpancés comunes, estos canijos se ponen a hacer el amor como un juego divertido para reducir la tensión, Los bononos practican el sexo en todas las variantes y en posturas antes consideradas exclusivas de los humanos. Y en todo tipo de combinaciones: macho con hembra, macho con macho, hembra con hembra, macho adulto con individuo joven. Salvo entre padres e hijos. Y en esto resultaron más humanos que algunos ca'ones que han ultrajado a sus propios hijos.

El primatólogo holandés Frans de Waal, uno de los mayores especialistas en el tema, afirma que el sexo es la clave de la vida social de los bonobos: “lo usan para hacer amigos, para resolver conflictos y para decir hola”.

Lo utilizan “como nosotros usamos un apretón de manos: como contacto social”.

O sea, de seguro que al cielo no se irían si es que el Papa y sus pececitos bajaran la mirada y también maldijeran a los changos, perros, gatos, abogados y políticos... no necesariamente en ese orden, cabe aclarar...

Y el ser humano —sostiene el tal Frans— es el “más bipolar de los primates”, porque puede ser violento como un chimpancé y mostrar amor y empatía como los bonobos.

Por si fuera poco, los bonobos son los únicos animales —aparte del hombre— que copulan cara a cara y, ¡sorpráis!, besándose en la boca. Como usted puede verlo en las páginas de Internet, en videos y documentales de National Geographic, en reportajes de Discovery Channel y en fotografías de publicaciones científicas.

Pues sí: en este mundo de charros (recordemos que dios es el macho mayor de la creación), ponerse a comparar entre varones a ver quién es el que la tiene más grande (según diría Joan Manuel Serrat, ese enunciado se refería estrictamente a la lista de enemigos personales, no a eso que de seguro está usted pensando, pervertido lector), nos remite coincidentalmente a dirimir asuntos de virilidades presuntamente necesarias para navegar los días con mayores posibilidades de éxito, como si el cerebro y la razón hubieran cambiado de domicilio, sin avisarle al IFE, por cierto, a esa región que los especialistas en enfermedades venéreas denominan simplemente como “la horqueta”.

La cantidad de parejas sexuales en la columna del haber suele ser motivo de presunción para muchos hombres, para otros (sobre todo cuando en ella hay algún ‘tropezón’), es causa de empacho. Pues para algunos, ‘la lista’ no precisamente de enemigos personales, sino de féminas que gozaron de sí, resulta realmente importante: allá ellos y su respectiva mujer...

Como yo soy curioso y de pensamiento liberal —menos cuando ando en pants— me di a la tarea de indagar científicamente sobre el tema del guarismo del entrepierne, por decirlo de alguna manera, y mi conclusión es que la nota sobre Warren Beatty se queda corta en número ante otras máquinas amatorias que ha recogido la historia sobre la materia.

Y como acá no hay envidia, haremos una lista que recoja sólo algunos varones que no sé cómo le han hecho ni cómo han llevado el conteo, superan las mil mujeres, que mal visto bien podría ameritar un premio Nóbel o algo así.

Pero, según el reclamo femenino, hay que mantener el equilibrio necesario entre los géneros y los sexos, y ahí les encargo si saben de alguna lista de mujeres que han aceptado públicamente el número de hombres que han pasado por su cama, porque “lo que es parejo no es chipotudo”, decía el Marro Almada.

Así que, el Beatty de marras no se compara al menos con el Rey Ibn-Saud.

Este monarca saudita tuvo 66,700 parejas sexuales. Miren que no sé si las contó, pero números aproximados debe haber. Desde los 11 años (¡once!) hasta su muerte tuvo la costumbre de tener sexo con tres mujeres distintas cada noche, con excepción, claro, de los tiempos de guerra, tras los cuales seguro regresaba como tigre enjaulado... o como burro en primavera, según la metáfora que usted quiera elegir. No, pos de que debe haber desarrollado técnicas, debe, porque según las crónicas del tiempo, guapo guapo, lo que se dice guapo, no era.

Wilt Chamberlain fue otro que superó al Warren. Este basquetbolista relató en su autobiografía que en su haber se cuentan más de 20,000 mujeres. Quizás. Aunque sabemos que es un mito aquello de que el pene corresponde al tamaño del pie o mano de los hombres, dada su estatura (más de dos metros) supongo que habrá gozado de unas proporciones, digamos, marca Llorarás. Pero uno nunca sabe.

También está John Holmes. El legendario actor porno que muriera de SIDA en 1988, y en quien se inspiraron para la película Boogie Nights, declaró haber tenido más de 14,000 mujeres en su cama a lo largo de su vida. Y se cuenta que su pene sí era una cosa descomunal —más de 25 centímetros, que junto a los 40 que medía el de Rasputín, pues bien podría ser su sobrino—. Eny, wey: la proporción no significa que haya sido un as de las artes amatorias, pero lo que sí es cierto es que los dildos hechos con su molde peneano se vendieron como pan caliente en los 80.

Y, bueno, de aquí para abajo se enlistan otros tipos modestos en eso de quitarse el frío con mujeres, o de darse frescor... quién sabe, ¿no?

Umberto Billo. Portero de un hotel veneciano. 8.000 mujeres. Afirma que muchas "han cruzado el océano" sólo por verle. Desgraciadamente, no disponemos de ninguna foto ni de él ni de ninguna de sus mujeres.

Rey Eduardo VII. El Rey Eduardo VII no era tan dadivoso como Ibn-Saud, él sólo se dejaba querer por tres mujeres por semana. Logrando así la cifra de 7,800 damiselas.

Rey Jorge IV. Este no anduvo de boquiflojo, sólo contaba que guardaba un mechón del cabello de sus amantes. A su muerte, su hermano halló en sus aposentos 7,000 sobres con mechones de todos colores.

Gene Simmons. Músico. 4,600 mujeres. La cara más conocida de la veterana banda Kiss es otro gran seductor. Las melenas épicas triunfan.

Engelbert Humperdinck. Cantante. 3,000 mujeres. Empate técnico con Julio Iglesias, con quien también comparte profesión.

Ilie Nastase. Tenista. 2,500 mujeres. El mundo del deporte es, junto el del espectáculo, otra mina de reyes del mambo. Ilie asegura que ha tenido relaciones con 2.500 mujeres.

Jack Nicholson. Actor. 2,000 mujeres. Ya desde la película 'El resplandor' Jack Nicholson comenzó a dar a las mujeres algo más que 'miedo'.

Lemmy Kilmister. Músico. 1,200 mujeres.

Earvin (Magic) Johnson. Jugador de baloncesto. 1,000 mujeres. El excepcional deportista alcanza el millar. O, al menos, eso es lo que asegura.

Bill Wyman. Músico. 1,000 mujeres. El bajista de la banda Rolling Stones no perdió el tiempo durante sus giras. Ni después.

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¿Y Óscar Polacas© Holguín, qué lugar ocupa en esta lista de célebres fornicadores...?, se preguntará la clientela...

Pues según el Rubio, su biógrafo oficial, el licenciado Holguín nomás ha gozado a Porfirio La Jacaranda Jiménez, presidenta de su club de fans... así que no pinta en esta lista, aunque tiene una finta de bonobo que no puede con ella... sobre todo cuando se pelea con la regadera por más de dos semanas... mjú...

Y hasta aquí dejamos el tema para no empezar con intimidades...

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