Trova y algo más...

sábado, 6 de marzo de 2010

Cuando las manos hablan...

… ella lo esperó a orillas del río un día de viento.

Él llegó 40 años más tarde: salió de ningún lado y de todos, con una carga de pasajes, de historias, de añoranzas, de lejanías.

Ella, después de tanto tiempo, pudo distinguir su mirada, su manera de andar, su sonrisa triste, su aire melancólico.

Era el desconocido que ella tanto conocía, el que nunca y que siempre había esperando.

Se saludaron con un beso ingenuo y una sonrisa transparente, se sentaron a mirar el río con las piernas colgando y hablaron lo necesario.

El sonido del silencio empezó a hacer su alquimia y sin palabras se dijeron el pasado, el presente y el futuro.

Sin palabras se ocultaron detrás de las nubes de su propia vida.

“Me gustan tus manos”, dijo ella finalmente.

“Me gustas toda tú”, dijo él abriendo el paraguas de su corazón.

Y temblaron por primera vez mientras el tiempo se acababa.

Y temblaron por segunda vez mientras la respiración se hacía lenta.

Y temblaron para no morirse.

Se agarraron de las manos y por varias horas no se soltaron.

Sus manos bailaron hasta que se fue el sol.

Manos que hablan con caricias, golpecitos, apretones…

Manos que dicen la vida, suaves, ásperas y ágiles.

Manos que transmiten, extensiones del cuerpo, vehículos…

Manos que son una conversación, una esperanza…

Sólo manos.

Manos que hablan en silencio.

Manos que dicen todo mientras recorren un rostro amado…

--
--