Trova y algo más...

jueves, 4 de marzo de 2010

Esto no es una pipa...

Si no fuera porque sé que yo soy yo, diría con los ojos cerrados que esa figura de aquí arriba es una foto mía, lo que me llevaría indefectiblemente a un problema filosófico trascendental: si yo fuera eso de ahí arriba, y si no fuera una pipa, entonces ¿qué demonios sería...?
Siendo así, podría, como Juan Ramón Jiménez, mi querido platero, decir simplemente:
Yo no soy yo:
soy éste que va a mi lado sin yo verlo,
el que a veces voy a ver
y el que a veces olvido;
el que calla sereno cuando hablo,
el que perdona dulce cuando odio,
el que quedará en pie cuando yo muera...
.
Entonces, en vez de ser yo o de ser una pipa que no es y de no ser yo, aunque sepa que yo sí soy yo, se los juro y perjuro, ¿qué o quién soy? ¿el que va a mi lado sin yo verlo? ¿quien está a mi lado sin poder verlo? ¿alguien alado y al lado que revolotea con su luminosidad?
Permítanme utilizar el lenguaje de los científicos que aspiran al premio Nobel: "Déjeme decirle, compañero, que para todas sus preguntas fundamentales tengo una sola respuesta: no sé ni quiero saber".
Punto, set y partido.
Como sea, así me siento ahorita: ni pipa ni tabaco ni humo ni boquilla ni yo ni quien quedará en pie cuando yo muera, porque si yo no soy yo, ¿entonces cómo voy a morir o qué yo va a morir cuando yo muera?... pues tampoco sé ni quiero saber... y eso que no aspiro al Nobel...
Y sí, déjenme decirles que en lo único que coincido con esa pipe es en la chuecura del alma, que no es poca cosa, considerando el descontrol hormonal de la filosofía de este momento: es que ando en mis días...
Y el problema que tenemos los varones cuando andamos en nuestros días es que no sabemos dónde ponernos las toallas higiénicas, porque definitivamente allasito no...

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