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miércoles, 26 de diciembre de 2012

¡Vade retro, Satán!: las mujeres tienen la culpa...


Don Piero Corsi

Un párroco italiano que ya había hecho noticia por sus sátiras contra el islam y contra los inmigrantes, ahora se las mandó al publicar en las puertas de su iglesia una carta en la que acusa a las mujeres de haberse alejado de la virtud y de ser en parte culpables de la violencia machista, de habérselo buscado.

Se trata de Piero Corsi, párroco de “San Terenzo”, de Lerici, en la provincia de La Spezia. La carta se titula "Le Donne e il femminicidio” (Mujeres y Femicidio) y en ella el cura pretende hacer una “sana crítica” y señala que muchas veces “una prensa fanática y desviada” echa la culpa de todo al hombre.

El párroco se pregunta si es posible que de una “sola tacada todos los hombres hayan enloquecido” y dice que “no”, que no lo cree, que el problema está en el hecho de que las mujeres “cada vez más, provocan, se vuelven arrogantes y se creen autosuficientes y acaban por exasperar las tensiones”.

Y continúa haciendo una crítica del abandono de las tareas del hogar por parte de las mujeres: “niños abandonados, casas sucias, comidas frías, compradas en tiendas de comidas rápidas, ropas mugrientas… Si una familia acaba en el desastre y se llega al delito, una forma de violencia que hay que condenar y castigar con firmeza, muchas veces la responsabilidad es compartida”.

El sacerdote agregó: “¡Cuantas veces vemos a muchachas y señoras maduras caminar por la calle con vestidos provocadores y ceñidos! ¡Cuántas traiciones se consuman en los lugares de trabajo, en los gimnasios y los cines! Podrían evitarse, ya que desatan los peores instintos y después se llega a la violencia o al abuso sexual”.

El cura señaló que la violencia o el abuso sexual es “cosa de canallas”, pero concluye su texto: “hagamos un examen de conciencia: tal vez nos lo hayamos buscado”.

El texto, colocado en estos días de Navidad y que aún sigue colgado, según la prensa local, levantó inmediatamente las protestas de los parroquianos y ha puesto en pie de guerra a asociaciones de mujeres, como “Teléfono rosa”, que han escrito incluso a la oficina del primer ministro, puesto vacante, pidiendo que el cura sea destituido de ese cargo, y han denunciado que instiga a la violencia contra ellas.

“Pedimos a las máximas autoridades civiles y religiosas que ordenen la retirada inmediatamente del texto, que consideramos una gravísima ofensa para la dignidad de la mujer”, afirmó hoy María Gabriela Carnieri Moscatelli, presidenta de “Teléfono Rosa”.

Carnieri Moscatelli agregó que el mensaje “instiga a la violencia contra la mujer porque ofrece inauditos motivos para actos criminales como esos” y pidió la intervención de Monti, del papa y del obispo de la Spezia.

La senadora del Partido Demócrata (PD), Roberta Pinotti, dijo que las palabras del párroco merecen “una condena muy dura” porque ha presentado un análisis “inaceptable” de la violencia contra las mujeres.

Una donna davanti alla bacheca della chiesa nella lettura della
chingadera dil parroco di San Terenzo, Don Piero Corsi
(Mujer frente a la iglesia leyendo las chingaderas del cura Corsi)

Según datos del “Teléfono Rosa”, cada dos días asesinan a una mujer en Italia, y en estas circunstancias han muerto 98 en lo que va de año. La asociación, que denuncia la violencia sobre las mujeres y se ocupa de darles apoyo, agregó que “la mayoría de estos delitos han sido a manos de maridos o compañeros sentimentales”.

El último informe del Instituto de Estadística italiano (Istat) indicó que aunque los homicidios han disminuido un tercio en los últimos 20 años, los asesinatos de mujeres siguen registrando cifras altísimas. En 2010, 156 mujeres fueron asesinadas y 172 en 2009, mientras que en lo que va de 2012 la cifra se acerca al centenar y el 70 % de estos crímenes son cometidos por familiares, precisó el Istat.

O sea que el susodicho cura tendrá que hacer más que un examen de conciencia sobre lo que escribió y lo más probable es que vuelva a llegar a la genial conclusión de que sí, “tal vez él mismo se haya buscado el reproche popular” al intentar reprender a las mujeres con un facilismo medieval… claro: no podría ser de otra manera…

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