La empresa
Wal-Mart no fue víctima sino un corruptor agresivo en sus negocios en México,
no sólo para acelerar los permisos para la construcción de tiendas, sino para
subvertir el proceso democrático, reveló hoy The New York Times.
Una nueva
investigación del diario identificó 19 sitios en México que fueron blanco de
los sobornos de Wal-Mart, incluido un Sam’s Club junto a la Basílica de
Guadalupe y otro supermercado mediano cerca de las pirámides de Teotihuacán.
'Wal-Mart no era
una víctima reticente de una cultura de la corrupción (...) ni pagó sobornos
sólo para acelerar permisos de rutina', señaló el Times.
'Más bien Wal-Mart
fue un corruptor creativo y agresivo, que dio grandes sumas para obtener lo que
la ley prohibía. Usó sobornos para subvertir la gobernabilidad democrática:
votos públicos, debates abiertos, procedimientos transparentes', remató.
El diario
neoyorquino encontró ocho pagos por un total de 341 mil dólares en sobornos
para construir el Sam’s Club cerca de la Basílica, sin contar con licencia de
construcción, permiso ambiental, evaluación de impacto o de tráfico vehicular.
Para el mercado en
Teotihuacán, Wal-Mart pagó 200 mil dólares, sin los cuales no hubiera podido obtener
el permiso, añadió.
'El caso de
Teotihuacán levanta nuevas preguntas sobre la manera en la que los líderes de
Wal-Mart en los Estados Unidos respondieron a evidencias de corrupción
generalizada en su mayor subsidiaria en el extranjero', acotó el diario.
El periódico hizo
notar que la directiva de Wal-Mart conoció los métodos de corrupción de su
subsidiaria a través de su entonces abogado Sergio Cicero Zapata, a pesar de lo
cual cerró su investigación interna en 2006 y no informó a las autoridades
mexicanas.
El diario señaló
que cuenta con 15 horas de entrevistas con el exabogado de la empresa
estadunidense.
En Estados Unidos,
el Departamento de Justicia y la Comisión de Valores (SEC) siguen investigando
posibles violaciones de la Ley de Prácticas Foráneas Corruptas (FCPA).
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