Lástima que terminó el festival de hoy...
No sé si tendríamos que estar tristes porque se acaba un año; más bien, porque se acaba el 2012, que no fue un año cualquiera, pues tuvo sus fechas especiales —sí, como todos los años, pues—. No sé si debamos reír o llorar.
Lo único que sé es que en este momento damos el paso hacia el 2013.
Y que sea —como dijo mi abuela— lo que dios quiera…
Ya veremos.
Por lo pronto: ¡Feliz año 2013 a todos!
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