Trova y algo más...

domingo, 1 de mayo de 2011

Mtamá... feliz Día del Trabajo, webones...

Bugs Bunny, el Conejo de la Suerte, fue mi primer ídolo.

En serio: mi niñez, allá en Navojoa, corrió siempre guiada por las aventuras del conejo de marras.

Hoy las cosas han cambiado.

No sé cuándo sería, pero un día de mi pre adolescencia me di cuenta que el pinchi conejo era más bien un talegón que, de repente, le daba besos en la boca a Sam Bigotes y a cuanto personaje animado se le cruzara.

"¡Ah, no! —díjeme a mí mismo myself—, ni máiz paloma: hasta aquí llegó mi idolatría por este conejo con tendencias hacia la diversidad sexual".

No, a mí no me dio asquito el conejo, como de seguro le habrá dado al gobernador de Jalisco, Etilio González —bilivitornot, pre aspirante a la Presidencia de la República: y ahí sí que a todos y a muchos nos dará asquito su presencia: ¡Guácala!—, lo que más bien me dio fue así como un corajito amargón porque pa’ mí que el conejo debía conducirme por la vida y aconsejarme en todos mis momentos de duda —incluyendo los instantes relacionados íntimamente con lo que la imbécil pareja de sexólogos de Telehit denominan “aquellito”—, pero ya así, pues me negué ciegamente.

No olvidar, por favor, que en ese entonces yo era un chaval y que vivía en Navojoa, lo que me convertía en un ser doblemente expuesto a las contingencias de la estulticia, característica que ciertamente —pese a que ya soy casi un chaval de la tercera edad y ya no vivo en Navojoa— no se me ha quitado: Ni que fuera resfriado, diría el Marro Almada.

Pues así fue que el tal Bugs dejó de ser mi ídolo, aunque no salió de mi vida.

De hecho, cada vez que tengo oportunidad, me siento a ver sus aventuras donde sea que las transmitan.

Y ahora entiendo que el conejo puede besuquearse con quien le dé la gana, finalmente es muy su serie animada, y él sabrá: si así es feliz, pues así que sea feliz.

Todo esto vino al cuento porque andaba por ahí, navegando en el vasto mundo cibernético y me encontré en la página Larevo.org (maniakadas con estilo) este dibujo del Conejo de la Suerte donde celebra el primero de mayo (que es precisamente hoy), el Día del Trabajo, según me han dicho, y pues habrá que celebrarlo descansando, como debe ser, ¿no?

Con el crudón que traemos con eso de la boda rial y la santificación del Karolino, pues este descanso nos cae como anillo al dedo... mjú...

--

--