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lunes, 18 de mayo de 2009

Gracias por el fuego, Mario…

(Fusilado a Patricia Ávila) Hace dos años, tras la presentación de uno de sus libros, el uruguayo Mario Benedetti dijo que ya no quería más homenajes porque se sentía cansado y se retiró casi por completo de la vida pública.
Pero pese a su retiro, tanto 'Vivir Adrede' como su última obra, 'Testigo de uno mismo', fueron de las más buscadas por los uruguayos, que lo veneraban como uno de sus principales y más queridos escritores con una carrera literaria de seis décadas.
En los últimos años, y tras el fallecimiento en 2006 de Luz, su compañera de toda la vida, su salud se deterioró pero el escritor continuó trabajando y antes de morir daba los últimos retoques a un libro de poemas 'Biografía para encontrarme'.
Benedetti murió el domingo en su hogar a los 88 años por una insuficiencia renal, según medios locales.
Un ácido crítico de Estados Unidos, debió exiliarse durante 12 años de Uruguay durante el Gobierno de facto (1973-1985) y, tras pasar por Argentina, Perú y Cuba, eligió Madrid como su segundo hogar.
Varios de sus poemas sobre la amistad, el amor y el compromiso social, fueron adaptados por cantantes como Joan Manuel Serrat y el uruguayo Daniel Viglietti.
Con varias operaciones al corazón a cuestas, desde 1992 publicó casi una obra por año, en una prolífica carrera literaria que comenzó en 1949. El público, desde adolescentes hasta ancianos, abarrotaba cada presentación en la que el escritor leía y bromeaba con partes de su obra.
Una de sus últimas apariciones públicas, en un espectáculo llamado 'A dos voces' junto al cantautor Viglietti, ambos artistas íconos de las generaciones que vivieron bajo el Gobierno militar de las décadas de 1970 y 1980 agotaron en pocos días todas sus funciones.
En sus últimas obras, en su mayoría libros de poesías, sus críticas al capitalismo y a Estados Unidos siguieron presentes, pero su visión de la vida y la muerte acaparó las líneas. En 1999 ganó el premio Reina Sofía de Poesía y en 2005 el Menéndez Pelayo.
FIN DE UNA EPOCA
Benedetti era uno de los últimos representantes de la 'generación de 1945', a la que también pertenecían Juan Carlos Onetti y la poetisa Idea Vilariño, quien falleció apenas semanas atrás, a los 89 años.
“Termina toda una época para muchos de nosotros porque él era el exponente mayor de la generación del 45, aquella que logró remover los cimientos intelectuales del Uruguay y tornarlo de cara al continente americano y no de espaldas a él”, dijo el escritor Mario Delgado Aparaín a un canal de televisión local.
El escritor nació el 14 de septiembre de 1920 en el norteño departamento de Tacuarembó pero estudió en Montevideo.
A lo largo de su carrera escribió poemas, cuentos, ensayos y novelas. La popularidad le alcanzó en 1956 tras publicar 'Poemas de oficina', que trata sobre la rutina del trabajo en un estilo considerado por algunos críticos como 'no poético'.
Sus agudas descripciones de la vida diaria de Montevideo y la burocracia estatal le ganaron cientos de seguidores en el país y más allá de sus fronteras.
Entre sus novelas figuran 'La Tregua' (1960) -su más famosa obra en el exterior, traducida a 19 idiomas y llevada al cine y al teatro-, 'Gracias por el fuego' (1965) y 'La borra del café' (1993).
Sí, Mario, sólo nos resta decirte “gracias por el fuego”, amigo de la poesía y de tantas soledades y exilios…