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domingo, 23 de septiembre de 2012

Vasconcelos en la UniSon...



Esta entrega es un doble homenaje: a José Vasconcelos y a Miguel Ángel Siqueiros Murrieta*. Uno, reconocido como pilar del pensamiento universal; otro, un modesto trabajador universitario del Archivo Histórico, que ofreció una aportación callada para conocer y reconocer la presencia de Vasconcelos en los trabajos iniciales que buscaban cristalizar la creación de la Universidad de Sonora, institución en la que ni un edificio ni una plaza ni un auditorio ni una calle lleva el nombre del pensador de América.

El presente documento fue trabajado por Siqueiros Murrieta y publicado en el Boletín Expedientes Universitarios.
 
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El documento que se presenta tiene un gran significado para la historia y la cultura universitaria; forma parte de la serie expedientes de sesiones del Comité Administrativo, de la sección órganos de gobierno, del fondo Universidad de Sonora. Este documento histórico es testimonio del interés del Comité Administrativo de la Universidad de Sonora (CAUS)1 para contratar como organizador técnico de la Universidad a un personaje de relevancia internacional, un hombre que se incorporó e impulsó con su dinamismo e inteligencia el proyecto universitario.

El licenciado José Vasconcelos fue el primer organizador técnico de la Universidad de Sonora2, cargo que le fue otorgado el cinco de abril de 1939. Ser organizador técnico equivalía a coordinar el proceso de construcción de la Universidad tanto de la infraestructura física como de la planta académica. A Vasconcelos, en su carácter de educador, escritor y librepensador de penetración objetiva, se le podría catalogar como un agitador intelectual que cimbró con sus propuestas educativas el panorama intelectual nacional y latinoamericano. Sus ideas para llevar la cultura superior al pueblo mediante las misiones culturales revelan su aguda y profunda vocación humanista. Humanismo que trató de implementar mediante los planes de estudio en la Universidad.


El modelo de Universidad que propuso al CAUS, era el de una Universidad que irradiara el saber, la investigación científica y la cultura a las masas como barrera al expansionismo ideológico norteamericano y el sentido de servicio para promover el progreso del estado y la nación. El proyecto de educación nacionalista de Vasconcelos no tardó en entrar en conflicto con la idea de Universidad de algunos de los integrantes del CAUS3, las diferencias ideológicas y políticas fueron fundamentales para que Vasconcelos dejara el proyecto universitario pocos meses después de haber sido contratado. La participación de Vasconcelos, aunque efímera, fue de gran trascendencia en el aspecto organizativo de la Universidad en sus primeros años.


Dicen las cuatro páginas mecanografiadas:



Los subscritos, convencidos de que ha llegado el momento de cristalizar en hechos, el entusiasmo que se ha despertado entre todos los sonorenses para la creación de la Universidad de Sonora, juzgamos indispensable nombrar inmediatamente una persona que por sus conocimientos técnicos, por su intelectualidad, experiencia y cultura, honradez intachable y al mismo tiempo capacidad constructiva, pueda hacer una realidad, un hecho la Universidad.

Por excepcional fortuna para nuestro Estado, se encuentra entre nosotros una alta personalidad intelectual, un gran educador, reconocido universalmente, que llena todas y cada una de las cualidades de que se ha hecho mención. Nos referimos al licenciado don José Vasconcelos. Él es el llamado a realizar la grande y noble tarea de materializar, de construir técnica y espiritualmente la Universidad de Sonora. Sería un bochorno para nuestro Estado, y para los miembros del actual Comité Administrativo, el que estando entre nosotros el más alto pensador y educador del Continente, dejáramos pasar desapercibida su personalidad, y por mezquinas consideraciones, por falsos y necios prejuicios nacidos de la falta de valor cívico o de miopía de la mente, no aprovecháramos esta gran oportunidad que nos ha deparado el destino, de poner en manos del licenciado Vasconcelos la magna tarea de construir y orientar nuestra Universidad. Es el momento propicio para hacerlo; es el momento en que la Universidad de Sonora se juega su existencia, porque ha llegado la hora de dar al Estado, a la opinión pública, hechos concretos, realidades materiales que hagan saber a las gentes que la Universidad de Sonora se hará; que no va a quedarse en palabrería, falso entusiasmo y simple propaganda. Ya la desconfianza de que llegue a realizarse empieza a nacer en el público. Ya todos nos preguntan, y nosotros mismos nos preguntamos qué es lo que en concreto hemos hecho, cuánto dinero se ha recaudado, cuándo se empieza la obra, qué cursos va a haber en la Universidad, quién la va a dirigir, quién va construirla, y la verdad es que hasta hoy nada se ha hecho si no es propaganda, eficaz si se quiere, pero no vamos a hacer la Universidad con sólo propaganda. En cuanto a dinero, sabemos que se ha recibido el que ha dado el Gobierno, que monta ya a una suma cercana a veinte mil pesos, y que se han recibido también aportaciones de uno que otro particular ajeno a los comités loca les nombrados….No es el propósito de los subscritos el hacer critica negativa ni reproche alguno a los miembros directivos del Comité, sólo perseguimos el fin de hacer más efectiva la labor por ellos desarrollada y prestarles toda nuestra cooperación; nos guía la finalidad de hacer llegar hasta ellos, para ponerle remedio inmediato, lo que es ya sentimiento público y convicción sincera e íntima de nosotros: que no se ha hecho hasta hoy nada concreto que pueda asegurarnos a nosotros mismos y a la Opinión Pública del Estado, que la Universidad de Sonora, es ya una realidad. Queremos que se haga la Universidad, queremos hacerla, debemos hacerla y hacerla pronto y bien y para ello es necesario un dirigente, un cerebro, un orientador, un guía, un constructor, y teniéndolo como lo tenemos entre nosotros, en José Vasconcelos, debemos nombrarlo, conscientes de que al hacerlo, la opinión de todas las gentes de Sonora y de la República entera, descansará confiada.



Que las generaciones futuras, que van a educarse en nuestra Universidad no puedan arrojar sobre los miembros del actual Comité Administrativo y sobre sus Consejeros Técnicos, el doloroso pero justiciero cargo de que teniendo entre nosotros a un José Vasconcelos, no supimos aprovecharlo en la realización de la más alta, de la más útil y noble tarea que se ha emprendido hasta hoy en Sonora: la creación de su Universidad.

Por todo lo anterior, los subscritos, Consejeros Técnicos del Comité Administrativo ponemos a la consideración de la Asamblea, los siguientes puntos:

PRIMERO: Celébrese con el señor licenciado Vasconcelos un contrato asignándosele un sueldo decoroso, para que inmediatamente asesore la construcción del edificio de la Universidad y organice ésta técnicamente.

SEGUNDO: Desígnese una comisión para que se acerque al ilustre pensador, le notifique el nombramiento que se le otorga y acuerde con él las bases del contrato a que se refiere el punto anterior.


Hermosillo, Sonora, 4 de abril de 1939.

LIC. HERMINIO AHUMADA, JR. (Rúbrica)
LIC. GILBERTO SUÁREZ ARVIZU
LIC. FRANCISCO DUARTE PORCHAS (Rúbrica)

En manuscrito aparece la siguiente anotación:
Estoy conforme con los puntos resolutivos de este escrito”. Rúbrica de Gilberto Suárez.



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* Miguel Ángel Siqueiros Murrieta. Archivista historiador del Archivo Histórico de la Universidad de Sonora. Falleció el 19 de noviembre de 2006.


1 El CAUS fue el primer órgano de gobierno universitario, fue constituido en términos de la Ley de Beneficencia Privada del Estado y tenía como finalidad el establecimiento, dotación y administración de la Universidad de Sonora. De manera exclusiva manejaba las cuestiones económicas y tenía la facultad para nombrar rector y directores. (Manuel Quiroz Martínez, Monografía Histórica de la Universidad de Sonora, Área de Publicaciones de Extensión Universitaria. Hermosillo, Sonora, 1999).

2 Como organizador técnico se ocupó del proyecto de la construcción de los edificios, gestionó la adquisición del terreno para edificar la Universidad, recorrió el sur del estado en giras de propaganda. Cuando renunció ya tenía preparados los planes de estudio de los diferentes bachilleratos y los de iniciación universitaria, peticiones de libros y cartas geográficas destinadas a la biblioteca así como los presupuestos correspondientes. (Miguel Castellanos Moreno, Historia de la Universidad de Sonora (1938-1953), Universidad de Sonora. Hermosillo, Sonora, 1991).

3. El gobierno y el sector empresarial planteaban una Universidad que inicialmente contemplara carreras de corta duración para resolver las necesidades inmediatas que planteaba la reorganización demográfica de la entidad en la década de 1930 y del crecimiento económico proyectado para la década siguiente.

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Fuente
Boletín Expedientes Universitarios. No. 1 Nueva Época. Noviembre 2005-Mayo 2006.

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