Llegó mi primo el Chato Peralta y leyó la nota en su tablet (o sea: helloooouuu), luego se soltó riendo como si fuera clon del Polacas©: como vil hiena, pues.
Dice el Chato que ya ni la chinga la humanidá, que las cosas que tiene que inventar para alcanzar mejores estatus (o sea…) de vida.
Y luego me legó la nota en voz alta, con ese acento de zoonorense sierreño que nunca ha perdido:
“La Guardia Civil española detuvo a un inmigrante cuando pretendía entrar en la ciudad autónoma española de Melilla desde Marruecos camuflado como asiento de un automóvil, sobre el que se sentaba otra ocupante del coche...
En el vehículo viajaban otras dos personas, el conductor y un acompañante, que se sentaba sobre el doble fondo preparado para esconder al inmigrante, informó la Guardia Civil en un comunicado…
Al iniciar el reconocimiento del coche, un detalle de interés policial en el asiento delantero del ocupante alertó al agente que registraba el vehículo…
El asiento, cuya apariencia externa era normal, solo disponía de la funda, ya que bajo su armazón, tanto del propio asiento como de su respaldo, se palpaba lo que podría ser una persona oculta…
La Guardia Civil destacó lo ‘novedoso’ de este camuflaje, ya que el cuerpo de la persona indocumentada hacía las veces de asiento, para que diera apariencia de normalidad y que no se apreciase la manipulación realizada.
El inmigrante es un joven subsahariano de unos veinte años de edad, que dice proceder de Guinea Conakry (“Jajaja —se rio el Chato, y preguntó— ¿ónde queda eso, tú?”), y que ha sido puesto a disposición judicial en calidad de testigo y posteriormente entregado a la Policía.
El conductor del vehículo y su acompañante, identificados sólo por las iniciales de sus nombres como N.B. (“Nepomuceno Buitimea”, imaginó el Chato)) y H.E.F. (“Hipólito Ezequiel Félix”, aventuró mi primo), dos marroquíes de 23 y 21 años de edad, que han sido puestos a disposición judicial como supuestos autores de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros…
En lo que va de año, la Guardia Civil de Melilla, ciudad autónoma española fronteriza con Marruecos, ha localizado catorce vehículos con doble fondo y a personas escondidas en su interior, hechos por los que han sido detenidas 22 personas.”
¿Cómo la ves, cochito?, me preguntó el Chato Peralta, ya no saben ni de qué disfrazarse, dijo. Luego se fue rápidamente a su casa porque tenía de vestirse de pollo, pues ya mero era hora de irse a un desfile de protesta por el alza al huevo…
Quien lo viera, ¿no? Y tan criticón que es…
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