Humberto Moreira, a quien apodan “Beto, el Bailador”, quiere ser presidente del PRI para ser presidente de México, en perjuicio del Gelboy Peña Nieto.
Hace poco lo dijo con una retórica propia del peor de los poetas coahuilenses:
“No puedo quedarme con los brazos cruzados mientras el país se está hundiendo; aquí no lo vemos, pero allá afuera hay un México que está en condiciones desfavorables por el crecimiento de la pobreza con este gobierno federal.
“Durante la administración de Felipe Calderón ha crecido la corrupción, la falta de oportunidades de empleo, de obra pública. Estamos en una situación lamentable.
“Cuando ha habido corrupción y pobreza en este país es ahora, y alguien tiene que hacer algo.
“Me tengo que ir porque México se nos está yendo de las manos; creo que tengo que contribuir para sumar mi esfuerzo al de muchos de nosotros y sacar adelante a nuestro país, donde cada vez se pierde más la esperanza y ya perdimos la paz.
“No es posible que desde el lejano noreste de la república nos quedemos cruzados de brazos ante un país que se sume en la pobreza”.
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Obviamente que en su paroxismo, quien fuera hasta hoy gobernador de Coahuila y solicitara licencia para retirarse de su cargo constitucional con el objetivo personal de que, después de un ejercicio de comedia mediática, el PRI lo nombre el nuevo presidente de ese organismo político (como sucedió recientemente en Sonora y ha sucedido a lo largo de la historia de ese partido en todas partes), no se miró hacia adentro y reflexionó al menos un poquito.
Y es que la pobreza nació y creció en los gobiernos priistas, no sólo durante los últimos 10 años.
La corrupción, la falta de oportunidades y de obra pública nacieron y crecieron en los gobiernos priistas, no sólo durante los últimos 10 años.
México se nos ha estado yendo desde que el PRI nació y se sentó a administrar la impunidad en el país.
Y la esperanza nos la han convertido en un resultado futbolero dominical, y en una misa de media tarde.
Si ése es el hombre que quiere ser presidente del PRI para ser presidente de México, pues ya estuvo que México se nos va acabar de un tirón: con tanta retórica barata y demagogia facilona… que no le hace una mala segunda a la retórica barata y demagogia facilona de los gobiernos de los últimos diez años, ciertamente…
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