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lunes, 24 de enero de 2011

Sigo de pie y en la lucha constante…

Mientras el imbécil del Moreira, acariciando la sillota donde se sienta la Beatriz Paredes, ya se muere por dirigir al priismo nacional para poder darle rienda suelta a su retórica oficial de fanfarrón y matarife contra todo lo que se mueva y que no sea de la coalición del PRI y sus partidos parásitos, dentro del gremio tricolor, el ex invencible, el que añora por regresar a Los Pinos cueste lo que cueste, la gente de valor se le está yendo a seguir la sobrevivencia solitaria.

Y no se trata de traidores, como dice la Paredes, sino de verdaderos individuos que le guardan lealtad al país y sus microrregiones.

Ese fue el caso de la alcaldesa de Tiquicheo, Michoacán, quien después de sufrir dos atentados (en uno de ellos falleció su esposo), desde agosto pasado renunció al PRI porque primero el PRI renunció a ella, al darla por muerta.

El asunto fue así:

Después de sobrevivir a dos atentados, María Santos Gorrostieta Salazar, presidenta municipal de Tiquicheo, Michoacán, difundió hoy un mensaje a la ciudadanía en el que incluyó fotografías de las huellas que dejaron los ataques.

A un año del atentado en ciudad Altamirano, Guerrero, justifica el por qué muestra su cuerpo herido y maltratado por las balas:

“Quise mostrarles, mi cuerpo herido, mutilado, vejado, porque no me avergüenzo de él, porque es el resultado de grandes desgracias que han marcado mi vida, la de mis hijos y mi familia, es testimonio vivo de que soy una mujer con fuerza y entereza, de que a pesar de mis heridas físicas y mentales, sigo de pie y en la lucha constante por mejorar como persona y como dirigente de un pueblo que aún confía en mi y espera resultados de su presidenta municipal”, sentenció.

Gorrostieta Salazar hizo pública su carta de renuncia al PRI, presentada al Comité Municipal de Tiquicheo desde el 26 de agosto del 2010, pero que hasta hoy se dio a conocer.

“Lejos de recibir el respaldo y el apoyo de mis correligionarios priistas, solamente su indiferencia y apatía se manifestaron en todos y cada uno de los acontecimientos que han marcado mi vida y administración”, señala el documento.

El primer atentado que sufrió fue el 15 de octubre del 2009.

Ante ello, ni Paredes ni Moreira pueden alegar que los están traicionando.

Tampoco pueden esgrimir grabaciones entre borrachos (obtenidas de manera ilegal, por cierto) para descalificar a Santos Gorrostieta.

Sólo les queda apechugar, hacer como que la virgen les habla y seguir creyendo en sus propias mentiras mil veces remendadas y vueltas a remendar con la vieja demagogia del PRI…

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