Euclides Lacuña escribió en el periódico “El Despertar del Sur”, de Ciudad Altamirano, Guerrero, una columna cuya cabeza da el color de su contenido: “El tícher López Dóriga, vulgar chayotero”, y como aquí no somos bodega, rápidamente compartimos la especie:
El reciente nada grato encuentro mediático entre el gobernador del estado Zeferino Torreblanca Galindo y el conductor de noticias de El noticiero, Joaquín López Dóriga, muestra aspectos muy importantes de la relación entre los gobiernos estatales y los trabajadores de medios.
Por un lado, muestran a un gobernador guerrerenses congruente en el trato que ha tenido con los medios de comunicación y algunos trabajadores de esos medios a los que no ha concedido ni la amistad, menos el reconocimiento, lo cual ha redundado en una lamentable relación entre Torreblanca y los medios estatales y, como se ve, con algunos nacionales que generalmente pretenden sacar raja de los recursos públicos imponiendo cuantiosas cuotas monetarias para “hablar bien” de los gobernantes, o callar irregularidades.
El problema surgido entre el conductor de noticias Joaquín López Dóriga y el gobernador del estado se debió a que el pasado 10 de enero López Dóriga presentó en su noticiario radiofónico, el caso de una mujer que fuera víctima de la delincuencia en Acapulco, caso que presentó al auditorio de El Noticiero, la madre de la víctima, que se quejó de la falta de seguridad en Guerrero y especialmente en Acapulco.
El caso, presentado a los guerrerenses por un periódico de circulación estatal, señalaba que la víctima fue de paseo al puerto de Acapulco acompañada de su madre y de su hija. Después, la madre partió a la ciudad de México llevándose a su nieta, mientras que su hija se quedó en el puerto. Señaló la denunciante que mantuvo comunicación con su hija vía celular y le dijo que había ido a comer pescado a la talla a la Laguna de Tres Palos acompañada de un sujeto, y que con el mismo fueron a bailar a una discoteca.
Después de eso ya no volvió a saber de su hija. Después de escucharla, López Dóriga despotricó en contra del gobernador Torreblanca diciendo que no entendía cómo hasta ahora el gobernador firmaba un convenio de seguridad con la federación.
Dijo que la administración de Torreblanca era una vergüenza.
Eso motivó una respuesta firme del gobierno del estado, y a través de un desplegado que se publicó en el periódico Reforma, de la ciudad de México.
Señaló el gobernador que López Dóriga, conocido por sus amigos como “El Tícher” (maestro), lucra “con el dolor ajeno para hacer la noticia de una denuncia dolosa”, y dijo que Dóriga hacía “un juicio sumario sin que medie la opinión de las autoridades locales en la relación y averiguación de los hechos".
Fiel a su carácter fuerte, el gobernador expuso en el desplegado que Joaquín López Dóriga “critica a los políticos que no tienen algún “trato comercial” con él” al afirmar en el desplegado que el comunicador de Televisa recibía antes cerca de 6 millones de pesos al año de gobernantes guerrerenses anteriores al actual.
Torreblanca apuntó que desconoce si la razón de las descalificaciones y críticas a su administración son por cuestiones partidistas —por lo próximo de las elecciones en Guerrero— o personales, debido a que nunca ha tenido ningún trato comercial con López Dóriga.
En respuesta al desplegado emitido por Torreblanca, en el espacio “Retales”, de su columna “En Privado” publicada en el diario Milenio, López Dóriga escribió este martes:
“1. ZEFERINO. La mediocridad de Zeferino Torreblanca sólo es superada por su ruindad. Los hechos de su apática gestión en Guerrero están a la vista: un estado sumido en la violencia, la impunidad y el atraso. Pero así ha sido siempre, a falta de argumentos, insultos. ¡Qué ruin! Se va en seis semanas…”.
En realidad, “El Tícher” es el que contestó con insultos al llamar mediocre a la administración y ruin al gobernador, pero se cuidó muy bien de negar haber recibido dinero de las administraciones priístas, sabedor de que cuando habla, el gobernador tiene los pelos de la burra en la mano.
También es bien conocida la amistad que une a López Dóriga con Manuel Añorve Baños, con quien aparece efusivamente abrazado en una foto que circula en Internet.
Por otra parte, “El Tícher” es exhibido también como el vulgar chayotero que ha sido por Arne aus den Ruthen, ex delegado del PAN en Miguel Hidalgo, Distrito Federal, quien escribió en su cuenta de Twitter que no dudaba de la veracidad de la acusación expuesta por Torreblanca en el periódico Reforma, ya que a él personalmente le tocó que López Dóriga lo intentara chantajear.
Según comentó Arne en Twitter, en el 2003 López Dóriga le solicitó una licencia de construcción irregular para construir en Polanco a cambio de que lo dejara de golpear mediáticamente. "A mí López Dóriga no me pidió dinero, sólo una licencia de construcción ilegal para una propiedad de su esposa en Polanco"
"Cuando López Dóriga me pidió le diera su licencia chueca, a cambio de dejar de madrearme en radio, lo mandé a la #merga". (Sabe si quiso decir jerga… quién sabe…)
"Aboné mi caso a la nota del gobernador de Guerrero que afirma que #LópezDóriga recibía millones de los gobiernos del PRI. Yo le creo".
(Yo no le creo a ninguno de los que aquí se mencionan, pero de que López Dóriga es un vulgar chayotero, es un vulgar chayotero… un chayotero más del canal de las estrellas, podría repetirse como eslogan…)
Así están las cosas: algunos le tiran patadas al pesebre y otros se hacen pasar por animales…
¿Tú le crees a López Dóriga…? Yo tampoco…
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