Trova y algo más...

lunes, 10 de enero de 2011

Pero lo nuestro es pasar...

La semana pasada, un agente de la Border Patrol (Patrulla Fronteriza, esos tipos que según los programas gringos son sumamente inteligentes, cordiales y amables con el paisanaje indocumentado) disparó y dio muerte a un joven mexicano cuando éste se encontraba ya en territorio sonorense.

Según confirmó el video tomado por una cámara de vigilancia del C4, el responsable de la muerte de Ramsés Barrón Torres, de 17 años de edad, fue un agente de la también llamada “Migra”, quien disparó al muchacho cuando se encontraba en el lado mexicano.

El miembro de la Border Patrol —según la vocera de ese organismo en el Sector Tucson, la “oficial Colleen”— fue suspendido administrativamente de sus actividades.

Así que en lugar de vigilar a sus propios connacionales y proteger a sus congresistas de los fundamentalistas gringos, los agentes de seguridad de los Estados Unidos, al más puro estilo de la ley del revólver, se sueltan tirando balazos a individuos desarmados que vienen hechos la mocha de regreso a un país más violento, al que de manera voluntaria difícilmente volverían.

Mientras, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) y la Procuraduría General de la República (PGR) no saben qué hacer con el caso, porque tampoco se le van a ir a la yugular a una de las fuerzas de seguridad de Estados Unidos, considerando la dependencia servil que las autoridades mexicanas demuestran ante las gringas.

No habrá reclamos oficiales, eso está claro; ni siquiera una llamada de atención sobre el caso ni Calderón saldrá (bueno: ya no salió) a lamentar los hechos.

Y este crimen quedará impune, como si lo hubiera cometido un elemento del ejército mexicano en cualquier retén que instalan de repente, o cual si el asesinato hubiera sido fruto de la delincuencia organizada.

Lo más indignante de todo es que derivado de las investigaciones realizadas por la PGJE, se obtuvo que Barrón Torres ya se encontraba en territorio de Nogales, Sonora, cuando uno de los agentes de la Patrulla Fronteriza accionó el arma en su contra; “aunque en las grabaciones de la cámara del C4 no se aprecia al supuesto agente de la Patrulla Fronteriza que disparó”, dicen las fuentes de la Procuraduría.

Por su parte, trascendió que por dar muerte al joven de 17 años en los límites de México con los Estados Unidos, fue suspendido de manera administrativa el oficial de la Patrulla Fronteriza que realizó los disparos que privaron de la vida al sonorense.

Mediante las investigaciones realizadas se reveló que uno de los dos policías sí efectuó disparos hacia el adolescente, según información dada a conocer por la “oficial Colleen”.

Ramsés Barrón Torres fue encontrado muerto el miércoles pasado, después de haber sido herido por agentes de migración estadounidenses en la zona fronteriza de Arizona y Sonora.

La bala alcanzó Ramsés cuando estaba tratando de escalar la valla que divide a México de los Estados Unidos; el joven fue trasladado por unos compañeros hasta el hospital de Nogales, Sonora, alrededor de las 3:00 horas del día 5 de enero, pero ya había muerto.

La madre del joven, Berenice Barrón, de 37 años, declaró que Ramsés presentaba lesiones en diferentes partes del cuerpo y la autopsia reveló que la bala disparada desde el lado estadunidense, le había atravesado el brazo derecho, entrado por el pecho y perforado el pulmón.

Esos son los hechos a la mexicana… tristemente supeditados a la justicia mexicana…

En resumen, como diría Machado: Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar

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