“Esta M —decía un spot de televisión en el 2006— es para poner a México en Marcha. Es la M de...” y después seguía la demagogia barata... barata y partidista, mejor dicho.
Ciertamente con una M difícilmente podríamos poner a un país en Marcha. Cualquier país. A Menos, claro, que esa M sea de Money. Y luego, en Marcha ¿hacia dónde?, según el anuncio de Marras, que no deja de ser un acto de lesa soberbia Mundana.
Pero hasta donde sabemos, México está en constante Movimiento. Ni los heraldos del pasado ni los adivinos del futuro han podido detener la Marcha de un país que es Mucho Más grande que todos juntos, incluyendo nuestro pasado glorioso y nuestro brillante futuro, según dicen los agoreros de la Modernidad cocacolera que se tambalea entre la fantasía democrática y los rezos a la virgen.
Y pues sí. La M bien pudiera ser de Montiel o de Madrazo, de Mariano o de Manlio, que al fin de cuentas son lo Mismo. O de Manuel o de Marcos. O de Marta. Porque la M es Mágica como México, y Múltiple como la Mitología Maravillosa de los Mariachis de la Madrugada, que embriagan el espíritu con sólo Mecer sus guitarrones y desgranarse en Melodías que engañan la vista al sonar. ¿Mercadotecnia de una M que busca Mediatizarnos? Mira nomás.
Y, bueno, ya si le damos rienda suelta a la imaginación, la M también pudiera ser la de los Macacos que se sienten Macanudos porque esgrimen sus Machetes como viles Machistas de la política contra una Maestra que fue víctima de un puñado de Malandrines que se bañan en el pantano de la Maldad hasta quedar, como es de esperar, Malditos hasta el tuétano.
¿O es pura Mitología todo esto? Es que nadie se puede Mecer en la hamaca de la Moral sin salir Manchado. Mi pantano es de esos, Manifestó el poeta.
Bien pudiera ser que la M nos refiera la Malicia que ha hecho de este país un territorio de Malnutridos que sobrevivimos en nuestras regiones Malolientes sin Mayor esperanza gracias al Maltrato que ese Mismo puñado de Mamilas, siguiendo las órdenes del gran Mamón, el Moretón Máximo, nos ha convertido en rastros de un Mamut prehistórico, Mudo y tristemente Mandilón.
Esta M, pudiera decir el spot de la realidad, nos remite a un Manicomio tercermunista Manejado por un grupúsculo de Manipuladores, en el que todos somos Maniquíes fantasmas que navegamos por el Mar de la nostalgia entre Mantecosos peces agónicos que nos señalan que sólo habrá un Mañana para todos esos Mañosos que se disfrazan de Mapaches cada seis años.
Para algunos, la M refiere a los Maquiavelos de siempre que han hecho Marchar del país a cientos de Miles de Mexicanos que han dejado su terruño Más Marchito que el vaso de la presa; a esos Marranos del discurso que han Martirizado a los Muchos para Mirarse en el espejo de las Maravillas y volver a fundar Macondo con esa M Milenaria de la Mentira.
Acaso con esa M quieran Marearnos para que todos, como Masacote único, vayamos como Mastodontes a Morder un trozo de imaginería y contribuir con la gran Mentira del México nuevo, Moderno, Maravilloso, que renacerá de sus cenizas después de haber Muerto de hambre y Miseria durante seis años, y se levante Melancólico como un ave fénix lleno de Misterio, tocado por las Momias de un pasado enterrado pero no Muerto, Marchito pero no olvidado, Macabro pero siempre Mencionado como parte de la Memoria etilizada de una elite de Mercaderes.
Esa M de “Mexicanos al grito de guerra”.
Esa M Musical, Marinera, de Marimbas y Mariposas Monarcas.
Esa M a veces Malsonante que Maltrata y Maldice y se Mofa con esa Mea culpa Mefítica de años, lustros y décadas Medrosas que sólo Monopolizaron en treinta bíblicas Monedas un Monumental Monoteísmo político que Molió en sus dientes la vaga esperanza de la Munificencia de un México de todos, un México Multiplicado por tantas Manos que se levantan suplicantes, en Miríadas de Miserables.
Ah, esa M de Mugre y esfuerzo, de sudor y Mocerío, de Mentadas y Mentados, de Minúsculos Misántropos que se lanzan por la Madrugada con su tocado de Magos a construir el Melodrama cotidiano con las Musas de un ayer que se ha vuelto la Médula de todo lo que nos narran los Médiums de la podredumbre y el Meconio Maloliente de nuestras vidas Miserables.
Ah, esa M del pan con lo Mismo.
Esa M.
La M de los Marranos, los Mártires, los Macabros, las Madrinas, los Matones, los Misioneros, los Majaderos, los Malabaristas, los Malaventurados, los Maldicientes, los Malhadados, los Maliciosos, los Malparidos, los Mamones, los Mangoneados, los Moralinos, la Mota, los Micos, lo Mundano, lo Mustio, el Miedo, los Místicos, los Modestos, la Migraña, el Miocardio, los Microbios, el Morbo, los Moteles, la Morgue...
Si. El spot de Marras bien pudiera haber dicho: “Esta M es para poner a México en Marcha. Es la M de Montiel, de Madrazo, de Mariano, de Manlio, de Miseria. Y es también la M de Mugre, de Moribundos, de Morbosos, de Monstruos, de Montoneros, de Mordelones, de Mortaja, de Moluscos, de Mitómanos, de Misóginos, de Millonarios, de Mercaderes, de Mentirosos, de Mariquitas, de Mariguana, de Mefistófeles, de Masturbados...
Es la M de Mierda...”
La Misma M Multicolor que sigue Machacando nuestra Melancolía y nuestra Miseria con la Mendicidad de la Muerte.
Maduremos esa M de Marcha en una Multitud que Mueva conciencias y se Manifieste Maravillosamente ante los Mismos Miserables de la política, Malandrines de la Mofa, Maestros de la Mohatra que debemos, por obligación Moral, Mandar a Maldecir a su Madre el cinco de julio porque nosotros, los Mudos de siempre, Merecemos un Mejor Mundo, una tierra Maravillosa, un estado Mágico donde todos Mandemos, no los Mismos de siempre, que se pudren en sus Millones Mientras los niños Mueren en el Marasmo del Morbo Maldito de la Mentecatez de quienes nos gobiernan...
Que con esa M se vayan para siempre y nunca regresen: ¡no Más! ¡Nunca Más...!