Yo siempre he pensado que el Polacas© —quien fuera por tres veces tres candidato a la alcaldía de Hermosillo por el Partido de la Unidad Social (PUS), perdiendo, como el Coronel Aureliano Buendía, en todos sus intentos— es un ideólogo desperdiciado, un filósofo de buhardilla que no le pide nada a esos individuos bien posicionados en los partidos políticos y/o centros de investigación: la profundidad de sus reflexiones adquiere, en una paradoja ranchera, una altura que pocos individuos en México han alcanzado, por decir lo menos.
Agudo como es en sus observaciones, practicante de la más pura filosofía campirana, el Polacas© es gente de esfuerzo y resultados —dice el Porfirio “La Jacaranda” Jiménez, la presidenta de su club de fans, famulla privada y quien le lava la ropa interior cada domingo por la tarde—: "se esfuerza mucho cuando anda borrachito, pero de que da resultados, da resultados", dice parpadeando como foco a punto de fundirse, y con una sonrisa picarona que sonrojaría a la misma Paris Hilton.
El caso es que ayer, al punto de las dos de la tarde, finalmente decidió respondernos dos preguntas que inevitablemente tocaron el tema político, ya que él se reconoce como un animal político, "y cuando es animal, es un verdadero animal", subrayó "La Jacaranda" arrastrando cada palabra como si se acordara de algo que ni nos interesa ni tenemos la obligación de imaginarlo... por salud mental.
Instalado en lo que viene a ser su cubículo de investigación social y de campo, la mesa 6 del club de divertimento comunitario y bar "Pluma Blanca", frente a una cahuama más helada que el trasero de un pingüino y escuchando la melodía rubricada bajo el código 7-G de la rockola, "Siéntate a mi lado, tómate una copa...", entonada por Javier Solís, nos miró fíjamente, con esa mirada sólo comparada a la de Gumaro Sotero, quien según Eulalio González, Piporro, miraba la cuenta en la cantina y se borraban los números, y nos dijo a quien esto escribe y al licenciado Rubio en calidad de representante de La Gazzetta dello Sport, sección beisbole: "A ver, cochitos, díganmen para qué soy bueno", y luego se empinó la cahuama con el perverso objetivo de dejarla toda babiada y así no aceptaríamos un miserable traguito, como ciertamente sucedió, aunque por dentro nos estaba llevando eso que en Arizpe se le dice la chingada, pero que algunos candidatos no pueden pronunciar por razones que sólo su retorcida psiqué pudiera explicar, pero los tiempos no están para eso, sobre todo con las campañas, contracampañas, recontra campañas y recontra recontra campañas negras que cruzan el espacio cibernético como si fueran las balas aquellas que en las áridas regiones de la América del Norte se dispararon durante dos horas polecías y ladrones... "Tom Mix, Buck Jones, Bill Boy, Tim Mc Coooooy…”
Después de echar un volado con una moneda de diez pesos, que nos fue arrebatada ipso facto por el susodicho Polacas© como prepago a la entrevista, para ver quién lanzaría la primera pregunta, el Rubio tuvo la oportunidad de abrir la sesión:
-"A ver, Polaquitas, te voy a hablar de usted, ¿bueno?", le dijo el Rubio con una amabilidad que ya quisieran por un ratito Gómez Mont y Bours para irse a echar unos tacos a donde les dé la gana, y después le preguntó: "Dígame usted, ya que tiene la experiencia de haber contendido por la alcaldía en tres ocasiones, ¿qué le parece el presente proceso electoral entre los candidatos a presidente municipal?"
-"Bueno —dijo el Polacas© adoptando una pose como de dueño de guardería—, me parece increíble que el PRI, que siempre le ha tirado chetos al PAN por cualquier cosa, sea precisamente el partido que ha empanizado a Hermosillo: ya ven ustedes que por todos lados vemos letreros y carteles y lonas con la imagen del fulanio ese que se llama Epifanio pero que le dicen Pano... o sea, con el Pano el PRI empanizó la ciudad... son fregaderas, ¿no? y eso que ni siquiera va a ganar", espetó y se volvió a empinar la cahuama.
La segunda pregunta, sentenciada por quien esto escribe, fue de hecho un complemento de la anterior: "A ver, Polacas©, dime qué prefieres... ¿sombrero o dedito?"
-"Pues verás —señaló muy serio—: con el sombrero puedes esconder muchas carencias, muchas, muchas... mientras que un dedo puede herir susceptibilidades y desinflar varias cosas; entre ellas, sistemas políticos..." —y luego se quedó callado porque, al igual que el Marro Almada, el Polacas©, siendo gente de esfuerzo y resultados, a veces se sienta y piensa, y a veces nomás se sienta... y ayer nomás se sentó...