Bueno, finalmente el debate de hoy entre los candidatos a gobernador se abrió a los medios.
- “¿Y eso es bueno o es malo?, preguntará una voz varonil venida desde muy atrás”, diría Porfirio “La Jacaranda” Jiménez, presidenta del club de fans del Polacas©.
- “Pues depende”, será la respuesta adecuada para tal cuestionamiento.
Si uno es medio de comunicación, pues ya ganó como empresa, y eso es muy bueno… para la empresa.
Si uno no es medio ni periodista ni simulacro de periodista ni nos interesa lo que digan los periodistas ni que los medios de comunicación se desgarren las vestiduras, pues simplemente nos va a valer lo que en términos vulgares se dice “máuser”; o sea, ¡al haber gatos, no hay ratones! Y eso no es bueno… para la empresa del párrafo anterior.
Y, como siempre pasa cuando los pusilánimes se patrasean, ya algunos por ahí andan pregonando que esa “apertura” del CEE, que más torpe no puede ser de entrada, es una victoria de un puñado de comunicadores que se indignaron porque “la insensibilidad de la medida no sólo lesiona el derecho que tienen los ciudadanos de recibir información veraz y confiable, también es una mancha para la libertad de expresión que se festeja el próximo 7 de junio”, aunque algunos que avalaron esas palabras no son lo que se dice ejemplo vivo y palpable de quien como periodista tiene la obligación moral (dejemos lo económico y lo social de lado por lo pronto) de suministrarle información veraz y confiable a la sociedad; por lo contrario: son el ícono de la manipulación aberrante, yunquistas a más no ser y fieles patiños de los grupos de poder económico que buscan remendar estructuras para que la vida siga igual, como decía el filósofo Julio Iglesias: unos que nacen otros morirán, unos que suben otros bajarán, aguas y cauces, ríos y mar, penas y glorias, guerras y pan… al final las obras quedan, las gentes se van, otros que llegan las continuarán… la vida sigue igual…
Y, bueno: ¿tiene que ver una cosa con la otra? ¿Usted qué opina...?