Sobre todo en época electoral, el periodismo tiene razones de peso para practicarlo 25 horas al día... no importa que la dignidad —incluyendo códigos de ética, misión empresarial y compromisos sociales— se haya ido de vacaciones hace algunos años... muchos años, en ciertos casos.
Los ejemplos saltan a la vista en todos los soportes de la comunicación: radio, prensa escrita, internet e informativos por televisión, así que no es tan difícil catalogar el periodismo nuestro de cada día, tan distante del que las teorías puras nos describen puntualmente: honesto, objetivo, digno, propositivo, pedagógico, integrador, ético, moral y, sobre todo, con un profundo respeto a la sintaxis y a las reglas de ortografía...
¡Caramba y samba la cosa: que vivan los periodistas! (¿que vivan los periodistas? Mmm...)