No Permitamos que el Dolor se Convierta en Odio
"En medio del dolor que embarga y enluta al pueblo de Sonora, por los hechos trágicos del viernes 5 de junio -y de las extraordinarias muestras de solidaridad y heroísmo de los sonorenses- se han dejado escuchar voces que, en lugar de clamar justicia y reconciliación, fomentan odios, revanchismos, división y hasta afanes de linchamiento.
Mal hacen los que por oportunismo y una clara ausencia de valores y principios, intentan festinar la tragedia, cuando los partidos y sus candidatos, el Gobernador del Estado y el Presidente de la República, han demostrado la mesura y la responsabilidad requeridas para abordar con todas las exigencias que la ley plantea este momento triste que estamos pasando.
Hechos trágicos como el que hoy sufrimos, tienden a señalarnos, y ponen en evidencia nuestras fallas como sociedad y gobierno. Ahora el dolor nos invita a la reflexión y a la revisión de nuestras prácticas, lo cual reclama juicios profundos y rigurosos, pero no desplantes irresponsables y oportunistas.
Todos coincidimos en que la tragedia no se debe volver a repetir. Para evitarlo se exige corregir los males estructurales que nos han llevado a admitir un sistema económico basado en el costo-beneficio; mismo que rige el diseño de las políticas de subrogación del Instituto Mexicano del Seguro Social en la operación de guarderías.
Desde el año 2000, para bajar costos, el gobierno federal duplicó el número de guarderías subrogadas, reduciendo en un 65 por ciento el costo por niño atendido. La consecuencia nacional de esta política fue una laxitud en las exigencias de operación y el deterioro en las condiciones del sistema de guarderías del IMSS.
En memoria de los niños que se nos fueron, y de los padres que buscan la resignación, tenemos que revertir estos males sistémicos. El sufrimiento debe ser fuente de unidad e inspiración de todos los sonorenses y de todos los mexicanos, para corregir nuestras fallas como sociedad y gobierno. Esto nos permitirá convertir el dolor en esperanza y aislar a los que quieren traducirlo en odio..." (Las cursivas son de AZ).
Como sea, el panfleto de marras más bien parece un deslinde, a través de testaferros, de quien ha sido marcado como principal responsable de la tragedia, que una súbita toma de valor civil para enfrentar el juicio popular.
Aquí nadie busca linchamientos, nadie ha celebrado la aparente mesura de quienes deberían ser los principales activistas en este movimiento, los más indignados, y nadie ha adoptado desplantes irresponsables y oportunistas, sólo aquellos funcionarios que no han dado la cara para asumir su responsabilidad y ponerse a disposición de las autoridades, y ésos no estaban en la marcha: están todavía en la nómina de las tres instancias de gobierno... de las tres...
Así que a otro perro con ese hueso, porque cuando todos te han abandonado, incluso Dios, inevitablemente el dolor se convierte en odio... y el odio es lo único que diferencia al ser humano de las entidades divinas.