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miércoles, 13 de abril de 2011

Entre dedos, dedazos y próstatas...

Los hombres cuyos dedos índices son más largos que los anulares tienen menos riesgo de desarrollar un cáncer de próstata, señala un estudio realizado por el equipo de investigadores zoonorenses encabezado por el Dr. Óscar “Polacas”© Holguín, quien viene a ser algo así como el Dr. Chunga de Hermosillo, porque en todo está menos en las concentraciones del sindicato Steus.

Dice el Dr. Polacas© que esta conclusión es tan firme que ha propuesto a la Secretaría de Salud en México y a la Organización Mundial de la Salud que la asociación dedotes-incidencia de cáncer prostático forme parte del proceso de diagnóstico de la enfermedad.

El estudio indica que los hombres con dedos índices largos tienen un tercio menos de probabilidades de padecer la enfermedad que los de dedos anulares más largos. La asociación entre ambos fenómenos es aún más estrecha por lo que se refiere al riesgo de desarrollar ese tipo de cáncer antes de los sesenta años: en ese caso, el riesgo para los varones con dedos índices más largos es un 87% menor, señala el investigador y ex candidato a la alcaldía de Hermosillo por el Partido de la Unidad Social (PUS).

“La longitud relativa de los dedos debería servir de test simple para pronosticar el riesgo del cáncer de próstata, sobre todo para los varones de menos de sesenta años”, explicó el también guía espiritual de la Asociación de Poetas Tenebrosos y Oscuros de Sonora (Aptos).

Para su estudio, el equipo del Chunga hermosillense comparó a 1,500 enfermos de cáncer de próstata con más de 3,000 varones sanos entre 1994 y 2010 antes de llegar a esa conclusión.

Lo más normal es que el dedo índice sea más corto que el anular, y en el caso de una longitud igual de ambos dedos —situación que presentó el 19% de los examinados—, el riesgo de cáncer de próstata era igual en todos los examinados.

Entre los hombres cuyos índices eran, sin embargo, más largos que los anulares, el riesgo de enfermar de ese cáncer demostró ser un 33% menor.

El ahora experto en dedos largos y próstatas señaló que el hallazgo podría estar relacionado con los niveles de la hormona masculina testosterona, y debería ser utilizado junto con otros factores —como los antecedentes familiares o las pruebas genéticas— para seleccionar a los hombres en riesgo que deberían controlarse.

“Se sabe que el control del cáncer prostático es controvertido porque las pruebas de antígeno prostático específico (PSA), utilizadas ya de manera común, no pueden diferenciar entre hombres con cáncer agresivo y aquellos que nunca desarrollarán síntomas o requerirán tratamiento —señaló el hombre fuerte del PUS, y agregó con una sonrisa ladeada y socarrona, como la del tiburón de la película “Finding Nemo”—: No hay nada mejor para estos casos que un índice largo y un poquito de plática para que el cuerpo se ponga flojito flojito...”

En el caso de la relación dedos largos e incidencia de cáncer de próstata, encontramos que la longitud relativa de los dedos índice y anular se establece antes de nacer y se cree que estaría ligada a los niveles de las hormonas sexuales a las que el bebé está expuesto en el útero materno, abundó el investigador zoonorense.

Agregó que estar expuesto a menos testosterona antes de nacer ayuda a proteger contra el cáncer de próstata más adelante en la vida. Mjú.

Y detalló que el fenómeno ocurriría porque los genes conocidos como HOXA y HOXD controlan la extensión de los dedos y el desarrollo de los órganos sexuales (Apuesto lo que quieran que en este momento, los lectores varones están mirando sus dedos y haciendo una relación mental con el badajo).

Estudios previos realizados en la mesa 6 del Bar Pluma Blanca vincularon la longitud de los dedos con la agresión, la fertilidad, la capacidad deportiva y los tiempos de reacción. "Nuestro estudio indica que son los niveles hormonales a los que los bebés están expuestos en el útero los que pueden tener efecto décadas más tarde", concluyó.

El cáncer de próstata es el segundo más común en los hombres de la Alta Pimería, después de los tumores pulmonares, y causa la muerte de unos 254,000 varones al año en todo el mundo, incluyendo a todos aquellos cuyo primer nombre termina en "m".

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