Trova y algo más...

miércoles, 20 de abril de 2011

Poema del Miércoles Santo...

Sí, a veces me dan ganas de llorar: en las noches carcomidas de estrellas, de luces fugaces que jalan el amanecer angustioso, la nostalgia amarilla que me llena de cuerpos azules, bocas luminosas, dientes pálidos en la silueta recortada de la sombra de la sombra de la muerte...

A veces llego a la noche como llegar a la nada, con un cuerpo hecho de polvo y unos ojos desgarrados por los años, alma mía sola, siempre sola, y desato las amarras del recuerdo para irme al pairo entre las sábanas secretas que me cubren y los maderos flotantes del pasado, pedazos de amores callados y oscuros y descorteses y animales, que me hirieron el costado poco a poco hasta desangrarme el mediodía en un vómito espeso de felicidad descuartizada...

A veces me dan ganas de llorar... voy al cristal de la ventana como ir a la orilla del mar —siento la brisa nocturna que me trae el rumor oscuro de las sirenas dormidas entre las conchas felices de sus sueños, el nacarado resplandor del más reciente ahogado, el cofre repleto de las monedas de la muerte y la voz melancólica de los monstruos marinos—, abro las miles de puertas que cierro tras la noche, y lloro...

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