Felipe Calderón Hinojosa firmó el decreto de reforma constitucional que establece topes a los salarios de los servidores públicos y ratificó su compromiso con el uso eficiente y transparente de los recursos.
Dijo que con ello México da un paso más en favor de la transparencia y la justicia, que "fortalece nuestra democracia y evita abusos que se habían arraigado en las prácticas administrativas del país".
El tope salarial es para todos los servidores públicos del país y además prohíbe que un funcionario gane más que su superior; es decir, que nadie podrá ganar más que el presidente, como medida de austeridad ante la crisis económica.
El decreto, que modifica varios artículos de la Constitución, afecta a los funcionarios de los tres niveles de la administración (local, estatal y federal) y obliga además a que todos los salarios sean hechos públicos.
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¿Con esto se controlarán los ingresos de los diputados y los senadores? --preguntó el Polacas, nuestro vocero--. Y con esto, además, ya descubrimos quién es el funcionario superior en México, aunque en los hechos, hay muchos que mandan y el presidente obedece: Slim, Ascárraga, los Salinas, los narcos, más los que se acumulen en la semana, dijo nuestro perruno vocero, con una sonrisa ladeada y socarrona, como tiburón martillo al filo de su quinta cahuama helada helada...
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