Antes era la revista "Eres" ("¿Y tú quién eres?", para la perrada juvenil que gozosa se preguntaba con acento sudamericano: ¿Y vos quién son?) la que impulsaba las relaciones sociales en cierto modo a ciegas.
Pero todo ha cambiado: la tecnología ha hecho que, en muchas formas, perdamos nuestra privacidad estableciendo los contactos cibernéticos grupales, que nos permiten de alguna manera enterarnos de cuestiones que caen más en el terreno del chisme, vanalizando aún más nuestra cotidianidad.
Facebook, Twitter, Hi5 y demás artilugios sub utilizados en cuestiones sin sentido han abierto la puerta a conversaciones que muchas veces no entendemos o que, simplemente no nos atañen. Pero así es esto de la modernidad: la gran pachanga de lo trivial, dejando de lado lo tribal...
Con todo, algunos estudiosos señalan que el impacto de las redes sociales en México crece día con día, y con él surgen un sinnúmero de aplicaciones disponibles que van desde simples cuestionarios, hasta horóscopos, juegos y lectura de cartas online.
Curiosamente la devoción por lo narco también aumenta, al igual que la ola de violencia en el país. La llamada narcocultura además se extiende y penetra con fuerza en diversas estructuras sociales.
Este fenómeno no pierde de vista las nuevas tecnologías y las aprovecha al apropiarse de ellas.
Como ejemplo, en Facebook se ha vuelto popular la aplicación "¿Qué narco eres?", que han utilizado al menos 84 mil personas y en la cual mediante un cuestionario se muestran tus afinidades con algunos de los principales capos de la droga en México.
Otra, igual de curiosa, es la de narco-regalos, que permite obsequiar a tus contactos objetos relacionados con el crimen organizado.
Internet se ha convertido en una herramienta utilizada por los cárteles de la droga en múltiples circunstancias. Las narcomantas se transforman y dan paso a los narcomails o narcovideos que se publican en la red y van dirigidos tanto a organizaciones rivales como a las autoridades.
El ciberespacio también es empleado para reclutar nuevos elementos e incluso para adquirir armas.
Más allá de esto, los cibernautas aprovechan para trasladar esta devoción a la red. En YouTube suben narcocorridos y videos con imágenes de conocidos capos, mientras en las redes sociales crean aplicaciones que comparten con sus contactos y en las cuales emplean iconos de la narcocultura.
El test antes mencionado cuestiona sobre cantantes de corridos, armas, "trocas", amuletos y hasta grupo de sicarios favorito.
Con base en tus respuestas, el resultado varía entre Joaquín "El Chapo" Guzmán, Ismael "El Mayo" Zambada, Osiel Cárdenas Guillén, y Amado Carrillo "El Señor de los Cielos" y le permite al sistema establecer un narcoperfil que te asocia con alguno de estos capos.
Las descripciones de cada narcotraficante que se que se plantean en Facebook son las siguientes:
Con "El Chapo" menciona "eres seductor en apariencia, espléndido y protector, todos quieren estar a tu alrededor porque representas la máxima expresión del poder, tu capacidad de análisis y de recuperación es elevada, tus debilidades las transformas en fortalezas, tienes alta tolerancia a las frustraciones por lo que la venganza no es inmediata pero si buscas la manera de hacer el mayor daño posible y posteriormente ejecutas, te caracteriza tu egocentrismo lo que te lleva a pretender mantenerte en el centro de atención e importancia al interior del grupo" (sic).
En el caso del otro jefe del cártel de Sinaloa, Ismael Zambada, señala que "tienes necesidad de liderazgo, controlas de manera adecuada tu entorno, eres obsesivo pero mesurado durante tus actos vandálicos. Eres una persona estable emocionalmente pero sanguinaria cuando es necesario. Tu visión es dañar al adversario utilizando sus debilidades para producir el mayor daño posible, buscas adquirir un status de omnipotencia porque te sabes superior a todo mundo dada tus mayores capacidades, en tu realidad interna no existe la culpa; te reconoces a ti mismo como un líder con buenos sentimientos porque tu rol en la organización criminal se perfila como autor intelectual, pero sin necesidad de la operación directa" (sic).
Para el líder del cártel del Golfo la descripción es "simplemente sanguinario y maldito, tu segundo nombres es Violencia, eres un temerario, tu imperio fue construido a través de venganzas y oleadas de ejecuciones, tus retos a la autoridad son constantes y nada te detiene, tienes la capacidad de sembrar el terror por donde caminas y tu habilidad de comprar autoridades te hace intocable. Eres vengativo por naturaleza y cuando te traicionan no vacilas en hacer sentir tu poder" (sic).
Por último, en cuanto al "Señor de los Cielos" se refiere que "eres astuto, discreto y estratega, antes de mover un dedo analizas detalladamente cada paso a seguir, buscas formar alianzas pero quitas los obstáculos del camino sin piedad alguna, la organización antes que todo. Eres un individuo de alta peligrosidad, que define claramente sus metas y la forma de alcanzarlas utilizando sus habilidades de organización, negociación y proyección a futuro; siendo tu responsable directo de la planeación y seguimiento de las acciones para concretar exitosamente sus objetivos. Un verdadero maquiavelo mafioso" (sic).
Otra popular aplicación en la misma red social es la llamada narco-regalos, con la cual puedes compartir con tus contactos objetos alusivos al crimen organizado en México.
Entre las cosas que se pueden obsequiar están discos de narcocorridos, una Cherokee o Hummer blindadas, figuras de la Santa Muerte y Jesús Malverde, paquetes de mariguana y hasta un "cuerno de chivo" con chapa de oro.
Con el objetivo de esparcirse en la red social, entre más regalos envíes y acepten tus amigos, nuevos objetos relacionados con el narco estarán disponibles para ser usados.
La apología crece, sin duda. En 2008 la BBC Mundo publicó en su sitio web un especial sobre todo lo que rodea al narcotráfico en México, donde dibuja esta problemática como una expresión que está en todo: la música, la religión, las armas, la moda y las joyas. Ahora, también en el ciberespacio.
Los narcorridos, la figura de Jesús Malverde, las películas de capos del crimen organizado, libros y figuras cuasi míticas como "La Reina del Sur" o "El Señor de los Cielos", entre otros afiches de la narcocultura, se han glorificado en el imaginario colectivo al tiempo que hacen una apología del delito y de la vida que se lleva al interior de los cárteles.
Pareciera que a éstos se unen, hoy en día, las nuevas tecnologías.
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