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Por Oscar Holguín, enviado especial de Historias del lado sucio.
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El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro, defendió el "compromiso social" del saber al dirigir un discurso tras recibir el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades a la institución mexicana.
El rector pidió aprovechar la crisis financiera para establecer nuevos esquemas de desarrollo que permitan a los jóvenes recuperar la esperanza en un futuro más alentador.
En el Teatro Campoamor de Oviedo, norte de España, Narro enfatizó que el reto consiste en alcanzar un progreso donde lo humano y lo social sean lo importante.
"A algunos les puede parecer que hablar de valores o de humanismo es asunto del pasado, del Renacimiento o del siglo XIX. Se equivocan. También lo es de ahora y del futuro", sostuvo el rector.
"Frente al éxito quimérico, el egoísmo, la corrupción o la indiferencia, el mejor antídoto son los valores laicos de ayer y siempre", subrayó Narro en la ceremonia en la que el Príncipe Felipe de Asturias le entregó el galardón conferido a la UNAM.
El rector apuntó que la crisis que enfrenta la población mundial requiere de una revisión a fondo de los valores que se transmiten a los jóvenes.
"Se debe hacer, en virtud de que la desigualdad y el rezago afectan en el mundo a miles de millones de personas. La modernidad debe traducirse en mejores condiciones para los excluidos de siempre. El verdadero saber no es neutro, debe estar impregnado de compromiso social", enfatizó.
La intervención de Narro tuvo lugar después de la de Ismaíl Kadaré, Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2009, y antes de la de Margaret Chan, directora general de la Organización Mundial de la Salud, institución que recibió el galardón en la categoría de Cooperación Internacional.
En la ceremonia, a la que acudió la reina Sofía de España, el rector Narro expresó su reconocimiento a las personalidades y organizaciones que apoyaron a la UNAM en la candidatura para obtener el premio.
“Gracias a todos los que creyeron que cumplía con los requisitos esenciales: poseer la máxima ejemplaridad y haber logrado una obra de trascendencia internacional", dijo.
Narro aseguró que el premio que se otorga a la UNAM es una gran motivación para reafirmar su compromiso con la educación y las causas de la sociedad.
"Para el ser humano el conocimiento ha sido importante, pero ahora es fundamental. No hay campo de la vida en que no influya el saber", sostuvo.
En ese contexto, Narro manifestó su preocupación por el desinterés de algunos en la materia, que en muchos sitios no sea una prioridad o que se "escamoteen" los recursos para la generación y transmisión del saber.
"Sin ciencia propia, sin un sistema de educación superior vigoroso y de calidad, una sociedad se condena a la maquila, a la medianía en su desarrollo", subrayó.
El rector de la UNAM reivindicó el derecho a la educación, ya que es la vía de la superación humana, individual y colectiva.
"Concebirla como un derecho fundamental es uno de los mayores avances éticos de la historia. Como bien público y social, la educación superior debe ser accesible a todos bajo criterios de calidad y equidad", resaltó.
Afirmó que duele que en el mundo de hoy, con sus grandes desarrollos, vivan cerca de 900 millones de personas que no saben ni siquiera leer y escribir.
La UNAM recibió el premio, esta edición, en la categoría de Comunicación y Humanidades, ya que a lo largo de sus casi 100 años de historia se ha convertido en un centro de referencia, aunado a la calidad y variedad de su oferta académica y de investigación.
El Premio está dotado con 50 mil euros (71 mil dólares), la escultura creada y donada expresamente por Joan Miró para estos galardones, un diploma y una insignia acreditativos.
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