Un informe confidencial del general encargado de las tropas estadounidenses en Afganistán advierte que la misión militar podría fracasar si no se aumenta urgentemente el número de soldados y se cambia de estrategia.
En el reporte publicado por el diario Washington Post, el general Stanley McChrystal explica que la operación internacional en el país asiático se está deteriorando, por lo que sugiere un cambio para poder derrotar al Talibán.
“La falta de iniciativas para revertir el momento de la insurgencia —mientras madura la capacidad de la seguridad afgana— arriesga un resultado en el que la derrota de la insurgencia ya no es posible”, dice el general en el documento.
Stanley McChrystal agrega que los “recursos inadecuados podrían llevar al fracaso”, pues ocasionaría que el conflicto se extienda, se generen más bajas, “aumente el costo general y, por último, se pierda el apoyo político”.
McChrystal también criticó la estrategia de Estados Unidos y la Alianza del Atlántico Norte (OTAN) de concentrar sus esfuerzos en matar insurgentes en vez de proteger a civiles. Eso, dijo, debe cambiar.
A esto último, el general Óscar Holguín, Polacas©, con su característica franqueza gruperrona, preguntó: “¿O sea, deben matar civiles y proteger insurgentes… que no es lo que ya están haciendo los gringos?”, y luego soltó su risa de hiena en celo.
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Corrupción y abuso de poder
En los últimos meses EE.UU. ha enviado más de 30,000 soldados a Afganistán y se espera que para antes de finales de 2009 la cifra de tropas alcance los 68,000.
El corresponsal de la BBC en Kabul, Víctor de la Torre, informó que en las próximas semanas el general McChrystal pedirá un refuerzo de decenas de miles de soldados. “Pero antes Washington necesita decidir qué estrategia quiere para Afganistán, donde algunos oficiales admiten que la situación está empeorando”.
Sin embargo, el corresponsal de BBC Mundo en Washington, Alberto Rubio, informó que en el Congreso no parece existir una buena disposición para autorizarle al Ejecutivo un aumento de las fuerzas en Afganistán.
Rubio recuerda que ya la semana pasada la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, dijo que no veía “ánimo” ni entre los parlamentarios ni entre la opinión pública para tomar medidas que permitan el envío de tropas adicionales.
En ese caso, es posible que Barack Obama tenga que suplir votos de su partido con apoyos en la bancada republicana, siempre dispuesta a tomar decisiones que consideran que refuerza la seguridad nacional. “Aunque seguramente será un apoyo condicionado a cambios en la agenda de reformas que promueve la Casa Blanca”: es decir, le van a hacer manita de cochi.
Por otra parte, el general estadounidense en Afganistán señaló en su informe que otros de los problemas en ese país son la corrupción y el abuso de poder (prácticas naturalitas en Afganistán, más la ciberpráctica que han puesto de moda los norteamericanos), lo que les dan a los afganos pocas razones para apoyar al gobierno.
El general escribió que existe una “crisis de confianza entre los afganos” que cuestionan la estancia de militares estadounidenses en Afganistán.
Y lo hacen con justa y afgana razón. Y eso no tiene vuelta de hoja. ¡No, señor!
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