Me da mucha tristeza.
Vi el video de la balacera en la estación del Metro Balderas y me dio mucha tristeza y rabia.
Murieron dos personas: un policía de 21 años y un hombre, un civil de 59 que intentó desarmar a su ahora asesino, y en siete segundos labró una lección difícil de entender: ¿vale la pena perder la vida por nada?
¿El homicida? Un tipo desiquilibrado, segùn han dicho, igual que el presunto aeropirata...
¿Los muertos? Dos personas que hasta antes de los hechos prácticamente nadie los conocía.
Hoy son héroes: héroes sin vida, lastimosamente.
Hoy los medios y los políticos se sirven de ellos para promover y promoverse, para editorializar una realidad que hace mucho que nos ha rebasado.
Hoy el video nos sirve de recordatorio de que en cualquier momento puede desatarse una tragedia (una más) y quienes mueren son casi siempre seres inocentes.
Personas cuya muerte nos causa tristeza y rabia.
Porque al final de cuentas, se refuerza lo dicho por Silvio Rodríguez en "El Papalote":
Una noche el respeto
bajó y te puso bella corona
respeto de mortales
que muerto al fin te hizo persona
pobre del que pensó
pobre de toda aquella gente
que el día más importante
de tu existencia
fue el de muerte...
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