¿De dónde salen los héroes en el momento más oportuno? No lo sé.
¿Qué los motiva a realizar obras que van más allá de su capacidad y con ello demostrar que todavía hay que tener fe en la humanidad? No lo sé.
Pero qué bueno que existen, como dijera en una canción el Silvio Rodríguez, los que no tienen nada qué perder, ni siquiera la muerte.
Y hoy he leído una nota en un diario electrónico local que levanta el ánimo en medio de tanta podredumbre y miseria política.
He aquí la información, Joaquín:
"Como el héroe del poblado La Salvación reconocieron sus habitantes al joven Cristian, de 17 años de edad, tras salvar 40 vidas en su jet sky, durante la depresión tropical Jimena, que azotó por 38 horas en Guaymas.
Cristian Ricardo Valenzuela Ruiz la tarde del jueves 3 de septiembre, desde su casa ubicada en Lomas de Colosio, se percató que la lluvia del fenómeno natural estaba enterrando las casas de La Salvación y con ellas las familias que no se refugiaron en albergues.
Algunas personas estaban sobre los techos pidiendo ayuda y otras agarradas de los pinos, y por más que hablamos a los marinos para que vinieran a rescatarlos nunca llegaron; de hecho, lo hicieron hasta el otro día y nomás a tapar el acceso, aseguró.
Ante esta situación, su padre, José Antonio Luna González, le pidió que intentara el rescate con el jet sky, que recién habían reparado.
Desde los 8 años manejo jet sky, pero nunca lo había hecho con corriente, siempre en el mar... hubo un momento que me dio miedo, pero había que hacerlo porque unas personas que estaban en un techo estaba a punto de derrumbarse y otros apenas se sostenían en el pino, indicó.
Dijo que en el primer intento, la moto acuática se volcó en la orilla de la zona inundada, lo que causó que se le metiera tierra y piedras, pero al limpiarla siguió su travesía hasta donde estaban los damnificados, logrando su rescate en tres horas y media.
Primero saqué de una persona en una, porque me daba miedo, pero ya que le agarré confianza saqué de más con todo y los niños de días hasta 5 años que estaban atrapados en La Salvación… es algo que nunca podré olvidar”, relató.
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Sí: menos mal que existen (como el Franky, aquel nefasto 5 de junio en la guardería, y ahora este muchacho guaymense), sobre todo para aquellas 40 personas que hoy le agradecen al Cristian su valor, su coraje, su determinación... y acaso su locura, esa locura que nos enamora de la humanidad, por cierto...
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