Trova y algo más...

martes, 22 de septiembre de 2009

Vuelve ya el otoño, los frutos, los retoños...

Hoy, hace rato, me dicen que inició el otoño, aunque por dentro yo sigo viviendo en verano.

Es el equinoccio autumnal u otoñal para el hemisferio norte; esto quiere decir que el día y la noche durarán exactamente lo mismo.

Yo no sé si este día algunas personas se convierten en hombres lobo o viceversa.

Lo único que sé es que a partir de hoy el calor empieza a hacer las maletas para irse con rumbo al sur, a freírle los sesos, broncear a las modelos y provocar cáncer de piel a nuestros hermanos sudamericanos.

Cuidado con eso…

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Esto me trae a la mente un minicuento del Armando:

Cuando a Adán se le cayó la hoja, Eva comprendió que les había llegado el otoño.

(Ya sé: quema mucho el sol...)

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También un día como hoy pero de hace como mil años, Rafael el Marro Almada, del meritito Tapizuelas, me comentó también sobre la llegada del otoño, pero lo hizo a su manera: más corriente y escatológico… imposible.

Aquel día de hace mucho tiempo, el Marro me contó la anécdota de las dos porcelanas del sanitario que estaban hablando sobre el clima y la época del año:

“Una —contó el Marro riéndose hacia adentro— le dijo a la otra: ¿Sabes que hoy inicia el otoño?

Y la otra le contesta: ¡Ay, qué bueno!, porque ya me cansé de verano…”

Y luego el pinchi Marro soltó la carcajada.

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(Ese día yo nomás me quedé pensando, pero muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, habría de recordar la vieja mañana en la que el Marro me contó la anécdota de los sanitarios… y le entendí).

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