Trova y algo más...

sábado, 19 de septiembre de 2009

¡Salú, caones...

Dice la prensa que con sol radiante pero temperaturas otoñales fue inaugurada la tradicional "Oktoberfest", la popular Fiesta de la Cerveza de Munich.
Y es que siguiendo la tradición, fue el alcalde Christian Ude quien abrió la celebración bávara, considerada con sus seis millones de visitantes la mayor fiesta popular del mundo: ¿y cómo no, si se trata de ponerse hasta el occipucio?
El socialdemócrata Christian Ude necesitó apenas dos golpes de la maza de madera para abrir el barril de la inauguración y ofrecer el primer jarrón de cerveza de un litro al primer ministro de Baviera, el socialcristiano Horst Seehofer, al grito de "Ozapft is" ("abierto está", en dialecto bávaro; o en traducción yaqui bastante libre: "atásquese ora que hay lodo, mi Horst...").
La "Oktoberfest" es un festival de diversos tipos de cerveza y de comidas típicas: algo así como navidad en octubre.
El precio del jarrón de cerveza de un litro cuesta esta temporada entre 8,10 y 8,60 euros (entre 11,90 y 12,65 dólares: es decir, la nada despreciable cantidad de $168.00 por litro: ¡Ni que fuera sangre!, gritaría Dracula).
Miles de muniqueses luciendo atuendos típicos, las mujeres con el clásico vestido bávaro de gran escote, el "dirndl", y los hombres con pantalones de cuero, se presentaron a los turistas de todo el mundo que se dieron cita desde la mañana para colmar las gigantescas carpas-restaurantes.
Y si el cuerpo aguanta, la fiesta se prolongará durante 16 días hasta el 4 de octubre.
Según las crónicas, la Fiesta de la Cerveza se remonta a 1810, fecha en la que se celebró como acto en honor al casamiento del príncipe Luis, heredero de Baviera, con la princesa Therese de Sachsen-Hildburghausen.
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En resumen: ya la delegación mexicana ha partido a Munich, y según se dice inició los festejos dos días antes de la inauguración: De hecho, en la foto que encabeza esta entrega podemos ver a parte de la delegación tricolor que muestra los estragos de los entrenamientos previos a la apertura del festival, y las niñas de la izquierda son las edecanes...
Mi primo el Chato Peralta, quien forma parte de los mexikofunken me dijo bastante solemne el día que fui a dejarlo al aeropuerto: "A'i nos vemos el 5 de octubre, wei, si Baco no dispone otra cosa", y luego se despidió con su clásico grito de guerra: ¡Salú, caones...!
Y mi alma de traductor simultáneo le respondió: ¡Salú: Ozapft is!
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